El alcalde, Ernesto Estupiñán Quintero, dedicó la acostumbrada ‘Hora Cívica’ que realiza todos los lunes el Municipio, a resaltar dos acontecimientos importantes para el desarrollo de Esmeraldas.
El primero: decirle a Carlos Tenorio, gloria del deporte de nuestro país que los esmeraldeños nos sentimos muy orgullosos de saberlo ‘nuestro embajador del futbol’ en el Ecuador y fuera de nuestras fronteras.
En virtud de ello, este pueblo le brinda un reconocimiento por ser el representante de la expresión cultural a través de la práctica del deporte, porque no es solo chutar un balón sino la capacidad para practicar algo que presumiblemente no es nuestro.
Se cree que la invención del deporte es europea, sin embargo resulta que mientras los ‘inventores’ lo juegan; nosotros lo practicamos de mejor calidad y en cada actividad deportiva, son los negros los que se destacan.
Aportes
Esmeraldas ha aportado y sigue aportando al país con los mejores exponentes para la práctica de diferentes disciplinas sin recibir a cambio un verdadero reconocimiento por todo cuanto entregamos.
Hay que ver la paradoja de este país excluyente, cuando Seledine Nieves y Alexandra Escobar arrasan con las medallas en los torneos que nos representan, a parecen el presidente del COE y tantos dirigentes nacionales para tomarse la foto, sin acordarse de las vicisitudes que deben enfrentar para su preparación.
El municipio ha tenido que entregarles casas a fin de cambiar su situación y sitiarlas en el lugar que se merecen, mientras desde el Gobierno Central le han negado la ayuda que se merece por todo lo entregado al país.
Firma de convenio
El segundo suceso, es la firma de un contrato entre la Empresa Coreana SK, con el Estado ecuatoriano para repotenciar la Refinería de Esmeraldas; convenio que es una demostración del respeto con esta ciudad.
Convenio que posibilita que Esmeraldas reciba aportes en el área social como es el caso de la escuela, ‘Jaime Hurtado Gonzales’, ubicada en el sector denominado ‘Lucha de los Pobres’, que serán beneficiados con la construcción de nuevos pabellones, el cerramiento del área escolar y la entrega de pupitres.
También contempla la construcción de un aljibe a fin de constar con agua permanente en el establecimiento educativo, donación de uniformes y materiales de trabajo para estudiantes y maestros, favoreciendo así la economía de los padres de familia y el personal que labora en la escuela.
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