ESMERALDAS. La fuerte lluvia de la noche del sábado y hasta el mediodía de
ayer provocó que la piscina Slop de la Refinería de Esmeraldas se rebosara
y derramara gran cantidad de derivado de crudo al río Teaone por dos
canales de drenaje que desfogan a ese afluente.
Esta versión preliminar de la contaminación al río la conocieron cinco
técnicos de la Dirección Provincial del Ministerio del Ambiente pasadas
las 16:00 de ayer, que se movilizaron al complejo industrial ante la
preocupante situación.
El director de la entidad, Santiago García, aseguró que el producto
derramado es un derivado de crudo residual que al ser una sustancia
aceitosa al mezclarse con el agua lluvia subió su nivel, provocando el
derrame.
Impidieron acceso
La noticia llegó a oídos del alcalde de Esmeraldas, Ernesto Estupiñán,
quien con un grupo de técnicos del Departamento de Gestión Ambiental del
Cabildo intentaron ingresar a la Refinería pero fue impedido de hacerlo.
En las afueras del complejo petrolero se ubicaron vallas metálicas
provocando malestar entre los reporteros de los medios de comunicación,
que hasta el cierre de sus ediciones no pudieron obtener una versión
oficial de lo ocurrido.
El Director provincial del Ministerio del Ambiente, vía telefónica,
aseguraba que estaban constatando que este nuevo derrame de combustible no
haya sido por el problema de julio del año pasado cuando se detectaron
fallas en los cubetos y cañerías de la Refinería.
Plazo para informe
“Estamos supervisando que se realicen las tareas de remediación. Sí están
cumpliendo con la recolección del químico, pero esperamos que dentro de 48
horas nos entreguen un informe técnico de lo sucedido”, comentó Santiago
García.
Por versiones de moradores ribereños del Teaone que llamaron a los medios
de comunicación informando sobre el derrame, se conoció la sustancia
aceitosa emanaba un insoportable olor que provocaba dolores de cabeza,
nausea y vómitos.
También aseguraron que el derivado de petróleo se vertió al río Teaone
desde una alcantarilla que está a 300 metros de la parte posterior de la
Termoesmeraldas, “situación que siempre ocurre”, denunciaron.
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