Quinindé tiene ‘cementerio’ de estos vehículos

EL UNIVERSO

El patio de retención de automotores en Quinindé parece un cementerio para motos. 618 motocicletas que fueron retenidas por policías en diferentes operativos están abandonadas en el lugar, muchas de ellas ya se han destruido por las lluvias y otras no han podido ser recuperadas por sus propietarios debido a que no tienen la documentación en regla.


La cifra de motos retenidas en los cantones Quinindé y La Concordia aumenta día a día. En estas ciudades la motocicleta es el medio más popular de transporte. Se estima que solamente en Quinindé hay un parque automotor superior a las 1.000 motos, mientras que en La Concordia y La Unión de Quinindé el número se quintuplica.

Ángel Andrade, jefe de la Policía de Tránsito de Quinindé, dice que los propietarios de las motocicletas no se preocupan por tener los documentos en orden y que eso ocasiona que en los operativos estos vehículos sean retenidos.

“Ahora comprar una moto es muy fácil, lo que ocurre es que hay que hacer un trámite para legalizar el vehículo, la carta de compraventa que le da el almacén es provisional y solamente dura un mes, pero los dueños no se preocupan por matricular las motocicletas y ahí surgen los problemas”, dice.

Entre las 618 motos que se encuentran en los patios de Control de la Policía La Marujita, casi un centenar son de procedencia posiblemente robadas.

“Todas las que están en el lado derecho se presume que son robadas y están bajo investigación en la Policía Judicial”, explica el policía encargado de cuidar estos vehículos.

Entre los habitantes del cantón Quinindé es usual el intercambio de motos entre amigos, parientes y conocidos.

“Hay muchas motos robadas en otras partes que las traen aquí y las venden en 200 y 300 dólares”, manifiesta un residente de este cantón, quien conduce una sin papeles.

“Yo presumo que es robada porque me la vendieron sin papeles y en 200 dólares cuando una moto de estas pasa de los mil”, afirma.

Asegura que la motocicleta la compró en Santo Domingo de los Tsáchilas y que burló un control policial en La Concordia. “Si me paraban los policías me la quitaban el mismo día que la compré”, dice.

El jefe de la Policía de Tránsito de Quinindé sostiene que a la institución le preocupa la proliferación de motocicletas debido a que se han cometido algunos asesinatos al estilo sicariato usando estos vehículos.

Por ello, asegura el oficial, los controles a motocicletas son muy rigurosos, pues además de la documentación verifican que los ocupantes no porten armas.