martes, 22 de febrero de 2011

Afectados por clima en Esmeraldas cerraron carretera

Manuel Toro

LAGARTO, ESMERALDAS
EL UNIVERSO
 
Los afectados por el invierno en el recinto Bocana de Lagarto, en el cantón Rioverde, se cansaron de esperar por ayuda y ayer se declararon en paro. Entre las 03:00 y las 11:00 cerraron la carretera Esmeraldas-San Lorenzo-Ibarra, lo que perjudicó sobre todo a los camaroneros de la zona, pues el cierre coincidió con la cosecha de camarón y los vehículos cargados con el frágil producto, quedaron atrapados en la carretera bajo un candente sol.


Manuel Flores, presidente de la comunidad, dijo que ellos realizaron todos los trámites normales pidiendo atención a sus requerimientos, ya que en esta comunidad, de cerca de 1.300 habitantes, hay 40 casas que están a punto de ser arrasadas por el mar y una cantidad similar están afectadas por efectos del invierno. Pero, aseguró, no fueron escuchados y por eso decidieron protestar.

“Todos los años reclamamos lo mismo, pedimos que se nos construya un muro para proteger al poblado; vienen, hacen inspecciones, se toman fotos y se van, pero nunca hacen nada”, dijo el dirigente comunal.

El cierre de la carretera, según los dirigentes, era indefinido. No obstante, el delegado de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos de Esmeraldas, Guillermo Prado, y el alcalde del cantón Rioverde, Luis López, llegaron al lugar para dialogar con los manifestantes.

“Yo no estoy en contra de la medida, entiendo que los habitantes de este poblado han reaccionado así al sentir que sus casas están en peligro y les agradecemos porque eso nos obliga a agilizar la realización de la obra”, manifestó el alcalde Luis López Estupiñán.

Una llamada de la secretaria de Riesgos, María del Pilar Cornejo, tranquilizó a los protestantes. Ella ofreció asignar 320.000 dólares para construir un muro que proteja al pueblo de los embates del mar. Entonces, los manifestantes accedieron a deponer la protesta bajo la condición de que las autoridades recorran el poblado.

Patricio Cedeño Portocarrero, profesor de la comunidad, dijo que además de los aguajes, las intensas lluvias mantienen al borde del colapso las viviendas de 40 familias.

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