La mayoría de los turistas que hasta el día anterior habían disfrutado de las playas del sector y que se hospedaban que los condominios del Club Casa Blnca, una vez conocida la posibilidad de un tsunami, en la mañana del viernes empezaron a abandonar el sector y a retornar a sus hogares, la mayoría de la capital de la república.
En horas de la tarde de ese viernes, los interiores del Club Casa Blanca, se encontraban totalmente desolados, a excepción del área de la parte alta, en los condominios de “Asercón”, donde habían sido evacuadas más de 300 personas residentes en las partes bajas del balneario de Same.
En el sector de la playa, sólo se observaban las carpas totalmente vacías y una escalofriante soledad que contrastaba con lo habitual del sector, que es permanentemente visitados por propios y turistas. Sólo los guardias que estaban destinados al interior del Club Casa Blanca, se observaban circular temerosos resguardando el sector y siempre alertas a cualquier eventualidad que se pudiese suscitar con las olas del mar.
En todo caso llegó la noche y algunos se apostaron en sitios estratégicos para observar la conducta del mar, no obstante, sólo se pudieron apreciar alrededor de 3 ó 4 pequeños aumentos del mar que no generaron ninguna afectación a las instalaciones del imponente complejo vacacional, uno de los más importantes de la zona sur del cantón Atacames.
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