DEMANDA CONTRA EL UNIVERSO
Editorial | jueves 31/03/2011
No se podía creer, parecía una información errada. El Jefe de Estado demanda a los directivos del diario El Universo por USD 80 millones y pide tres años de cárcel para sus directivos y un articulista.
El país conoció el juicio por “daño moral” planteado por el Presidente a los periodistas Juan C. Calderón y Christian Zurita por el “pecado” de haber escrito un libro. En él no se decía nada que no hubiese sabido la opinión pública sobre los contratos de las firmas presuntamente vinculadas a su hermano, Fabricio Correa.
Ahora se pretende afectar a los directivos de El Universo por un artículo firmado por Emilio Palacio, editor de Opinión del matutino guayaquileño, quien mantiene su columna con puntos de vista particulares como ocurre en las páginas de opinión de cualquier diario del mundo libre. Ya antes Palacio había afrontado la embestida del poder político. Ahora, aludiendo al concepto de la responsabilidad ulterior, el Presidente busca incorporar a la querella, que deberá ser calificada por un juez, a los directivos del Diario. Un caso insólito.
El acoso, los constantes insultos, la propaganda oficial que crea animosidad contra los medios, los programas que se intenta hacer pasar por cadenas para imponer la verdad oficial, y el ansia de controlar a una prensa privada independiente no han cesado en estos años.
No hay que olvidar los contenidos del aún pendiente proyecto de Ley de Comunicación oficial que violenta los acuerdos internacionales suscritos y los compromisos adquiridos por el propio bloque oficialista.
El Ecuador afronta un momento crucial. La demanda a El Universo es un nuevo atropello que pone aún más en riesgo la libertad de expresión, uno de los indicadores más importantes de la vida democrática civilizada.
El país conoció el juicio por “daño moral” planteado por el Presidente a los periodistas Juan C. Calderón y Christian Zurita por el “pecado” de haber escrito un libro. En él no se decía nada que no hubiese sabido la opinión pública sobre los contratos de las firmas presuntamente vinculadas a su hermano, Fabricio Correa.
Ahora se pretende afectar a los directivos de El Universo por un artículo firmado por Emilio Palacio, editor de Opinión del matutino guayaquileño, quien mantiene su columna con puntos de vista particulares como ocurre en las páginas de opinión de cualquier diario del mundo libre. Ya antes Palacio había afrontado la embestida del poder político. Ahora, aludiendo al concepto de la responsabilidad ulterior, el Presidente busca incorporar a la querella, que deberá ser calificada por un juez, a los directivos del Diario. Un caso insólito.
El acoso, los constantes insultos, la propaganda oficial que crea animosidad contra los medios, los programas que se intenta hacer pasar por cadenas para imponer la verdad oficial, y el ansia de controlar a una prensa privada independiente no han cesado en estos años.
No hay que olvidar los contenidos del aún pendiente proyecto de Ley de Comunicación oficial que violenta los acuerdos internacionales suscritos y los compromisos adquiridos por el propio bloque oficialista.
El Ecuador afronta un momento crucial. La demanda a El Universo es un nuevo atropello que pone aún más en riesgo la libertad de expresión, uno de los indicadores más importantes de la vida democrática civilizada.
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