La prensa, de modo general, fue el mayor blanco de sus epítetos al punto de que la nombró en todos sus enlaces.
Frases como “prensa corrupta”, “doble moral” “mentirosa”, “vendida”, “son una porquería”, “me da náuseas”, “perros hambrientos” o “buitre”, se escucharon decir al Presidente los sábados del año que pasó.
La fijación del Mandatario con los medios lo llevó a calificarla como “uno de los mayores enemigos” que tiene. Así lo dijo el pasado 22 de mayo en el enlace 173 (en cuatro años se han realizado 201 enlaces).
Entre los que el Presidente considera como sus detractores, particularizó a Diario EL UNIVERSO, al que trató de “aliado de la derecha”. Además, criticó a los diarios El Comercio, Hoy y La Hora, la revista Vanguardia y el canal Teleamazonas, sobre todo, cuando pertenecía al banquero Fidel Egas.
Correa también dedicó bastante tiempo de los enlaces a diferentes actores políticos, como el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot; al ex presidente Lucio Gutiérrez, líder de Sociedad Patriótica (SP); al activista político Carlos Vera, que impulsa la revocatoria de su mandato; y a los asambleístas Leonardo Viteri (PSC), Galo Lara (SP), Lourdes Tibán (Pachakutik) y Jorge Escala (MPD), cuyos partidos tampoco escaparon a las críticas del Primer Mandatario.
La dirigencia indígena, los universitarios y ex funcionarios de su Gobierno, como Alberto Acosta, Roque Sevilla y Fander Falconí, también fueron blanco del Jefe de Estado.
A la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) la acusó constantemente de tener “una doble moral”, mientras que a los estudiantes los llamó “mediocres” y a sus ex colaboradores los consideró parte del “ecologismo infantil”.
Un capítulo aparte tuvieron los periodistas que según Correa son “sicarios de tinta”. El más nombrado en este rango fue Jorge Ortiz, ex presentador de noticias de Teleamazonas.
Los analistas políticos y económicos, así como la encuestadora Cedatos también llevaron su parte en los enlaces.
Correa agudizó su discurso contra los medios, periodistas, analistas y opositores después del 30 de septiembre, cuando se cuestionó su versión de que la sublevación policial fue un intento de golpe de Estado.
Lucio Gutiérrez dice que es uno de los más nombrados porque el Presidente tiene cargo de conciencia, pues insiste en que “hubo fraude” en las elecciones del 2009. “Tenemos evidencias de que el pueblo votó por una segunda vuelta (entre ambos), pero manipularon las juntas receptoras del voto, las juntas intermedias y el escrutinio en el Consejo Nacional Electoral... Por eso creo que me menciona en todas sus cadenas”. “Es ese cargo de conciencia lo que lo hace insultarme, con el fin de afectar mi imagen. Él sabe que en unas elecciones transparentes, con un juez electoral independiente, se le puede ganar”.
Gutiérrez tiene previsto efectuar, desde mediados de enero, su propio enlace radial; para ello está conversando con varias emisoras. A la par espera iniciar nuevamente recorridos por el país.
Leonardo Viteri, asambleísta socialcristiano que ha acusado actos de corrupción de funcionarios del régimen, ironiza: “El Presidente está obsesionado con mis cualidades antropométricas (relacionada a las dimensiones morfológicas del hombre: forma, tamaño, proporción y composición corporal)... Primero me dijo enano (Viteri mide 1,95 metros), luego burro y después bello...”.
“Es obsesivo. El Presidente tiene tomado todo, ya solo le falta controlar la presión arterial de los ecuatorianos. Ahora está controlando el espacio radioeléctrico y usa las cadenas para ofender, insultar y humillar a quienes no pensamos como él”, observa.
En el Gobierno de Correa, agrega, “hay perseguidos políticos e intolerancia”.
Según la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios, Fundamedios, el mayor número de amenazas contra la prensa en el país provienen de la Policía Nacional, el Presidente de la República y otras instancias estatales, esto con base a una estadística recabada entre marzo del 2008 y diciembre del 2010.
La organización reveló que durante este periodo se han registrado en total 268 alertas de agresiones, de diferentes tipos, contra periodistas. De ellas, 53 corresponden a actuaciones negativas de la Policía.
El segundo ítem de agresores corresponde al aparato estatal representado en sus diferentes funciones (administrativa, legislativa, judicial) en donde se han detectado 25 alertas.
Existen 122 casos de agresiones a periodistas por parte de funcionarios públicos. Esta categoría la encabeza el Presidente con 17 quejas, especialmente por agresiones de tipo verbal.
Contra medios y periodistas
ENLACE 158, 6 DE FEBRERO DEL 2010
“Son, como dice (Ignacio) Ramonet, los perros guardianes del estatus quo... A los periodistas, corruptos, solo les gusta atacar como jauría de perros hambrientos”.
A indígenas y Junta Cívica
ENLACE 164, 20 DE MARZO DEL 2010
“Margarita Gómez Lince (miembro de la Junta Cívica de Guayaquil) se habrá ido a lavar las manos con alcohol luego de reunirse con los indígenas... Existe un amarre terrible”.
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