Nery M., de 16 años, estaba dormido cuando se produjo el derrumbe que cubrió su vivienda. Eran las 01:30 de ayer. En el barrio Lomas 2, en Quinindé (Esmeraldas), cedió parte de una ladera y una de las paredes de bloque del cuarto donde estaba el joven se vino abajo.
Las piedras y el lodo lo cubrieron por completo. Era el único que se encontraba a esa hora en la vivienda. Las otras cinco personas con las que vivía estaban en la fiesta de graduación de un familiar.
Cuando llegaron, cerca de las 03:00, trataron de rescatarlo de entre los escombros, pero no tuvieron éxito. La lluvia arreciaba en Quinindé. Entonces, llamaron al Cuerpo de Bomberos y con su ayuda pudieron recatar el cuerpo de Nery. M. Ayer por la tarde el se desarrolló el sepelio del joven. Vecinos y familiares acudieron.
El alcalde del cantón, Manuel Casanova, lamentó la pérdida y pidió a la familia afectada que se traslade a un albergue que se habilitó, a propósito de la época invernal, en una de las escuelas de la ciudad. Se les entregó colchonetas, víveres y vituallas para que puedan subsistir hasta que se les de una solución a largo plazo. “Esperamos que su estancia sea momentánea, pues ya estamos gestionando su reubicación y la entrega de una vivienda del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda en la lotización Divino Niño”, dijo Casanova.
En el sector donde se produjo el deslave hay al menos ocho casas más que están en riesgo, pues fueron construidas al filo de una quebrada y son hechas con material endeble: caña, zinc, madera. Estas personas también deben salir del lugar, pero pese a que ya fueron notificadas se niegan hacerlo. Aseguran que no cuentan con recursos suficientes para alquilar o construir un inmueble en un sitio seguro.
El Comité de Operaciones Emergentes evalúa si se declarará o no al cantón en emergencia, pues en las últimas semanas los temporales han anegado varios sectores, especialmente en el área rural. En la parroquia de Cube, por ejemplo, el año pasado se inauguró un puente que ya está por caerse debido al mal tiempo.
VISTAZO
Sepultado por deslave
En Quinindé Nery Javier Marcillo Medranda, de 16 años murió dentro de su vivienda por un alud, producto de las fuertes lluvias.
Las autoridades de la provincia ven urgente la reubicación de varias familias de la zona llamada la Loma 2.
Las fuertes lluvias ocasionaron el deslizamiento de tierra que derribó la pared de los cuartos de la casa. Los demás miembros de la familia se salvaron porque estaban en una celebración.
Ricardo Ramírez, de Gestión de Riesgos de Esmeraldas, indicó que permanentemente han hablado con los moradores de la peligrosa zona para que no asienten sus casas allí.
Además de los inestables cerros, cerca de ese lugar pasan las líneas del oleoducto y el poliducto por lo que se ve como única salida la reubicación, según indicó Manuel Casanova, Alcalde de Quinindé.
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