LA HORA
El camal de Esmeraldas está en serios problemas de sanidad. Al mes despostan mil reses mensuales y la sangre de esos animales va al subsuelo sin un debido tratamiento.
“Los dos pozos construidos para depositar la sangre colapsan cada tres meses y esos residuos sólidos son tratados con cal y bacterias, pero no son suficientes”, dijo el administrador del camal, Julio Copete.
Detalló que invertir 200 mil dólares en un óptimo sistema no se justificaría. En el caso de las aguas residuales son canalizadas a dos reservorios que reciben parte de las vísceras y grasas, después, pasan a una piscina de oxidación que por gravedad llegan a los pantanos secos, de ahí pasa de manera subterránea al río Esmeraldas que está a menos de 600 metros.
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