DIARIO EXPRESO
A hora y media de la ciudad de Esmeraldas se encuentra la isla de Muisne. Desde esa ciudad, cuatro cooperativas de transporte público cobran 1,50 dólares para llevar a los turistas a las playas de la zona sur de Esmeraldas, entre ellas la isla, a la que se accede a través de las lanchas ubicadas en el sitio El Relleno. Las embarcaciones acoderan en el muelle desde el que se puede abordar los transportes ecológicos hacia la playa u hoteles.
El balneario tiene una ligera inclinación con olas ideales para las actividades deportivas como el surf y windsurf, con una extensión de siete kilómetros para caminatas, en las que el turista puede disfrutar del paisaje complementado por las palmeras.
La geografía de Muisne la integran los sitios: Estero de Plátano, Galera, Galerita, Mompiche, San Gregorio, San Francisco, Bunche, entre otros.
En la Isla, los visitantes pueden recorrer vía marítima los manglares en los que los habitantes trabajan en la recolección de conchas y cangrejos rojos mientras la marea está baja, pero no es la única actividad, pues los pescadores de la localidad aprovechan las primeras horas para realizar las faenas que le permite sobrevivir al 70 por ciento de los habitantes.
El resto de los nativos labora en la agricultura y ganadería, aunque en la cabecera cantonal las personas se dedican al turismo, en áreas de transportación, operadores capacitados y gastronomía.
Las obras empiezan
La especialidad de la gastronomía está basada en mariscos de la zona como langosta, cangrejos, calamares, conchas, camarón y variedad de pescado que son combinados con coco.
Elena Jama es propietaria de uno de los más antiguos restaurantes de la zona. "Aquí estoy hace 25 años; altos funcionarios del Gobierno han sido mis clientes; a pesar de los esfuerzos que hacemos el turismo ha bajado en un 50 por ciento y esto se debe a los enganchadores que se llevan los turistas a otros balnearios que no tienen las condiciones que presta Muisne", reconoce la mujer.
Por ese motivo todos los propietarios de los negocios se organizaron para brindar seguridad a los bañistas, la policía metropolitana colabora con la vigilancia desde las 08:00 hasta las 17:00, los salvavidas están preparados para las actividades de salvataje y rescate. Pero no son los únicos, los operadores también están capacitados para eso y para mostrar a los turistas las bondades de Muisne, asegura Elena.
El alcalde Ángel Bernal Bodniza reconoce que el abandono por el que ha pasado Muisne es incalculable. "En pleno siglo XXI no goza de los elementales servicios básicos como agua potable, electricidad, vías de primer orden, entre otros".
El Municipio inició la construcción de un sistema de agua potable que estará listo a finales de julio. Con ayuda del Gobierno y la Prefectura las vías están expeditas en un 50 por ciento, la mayoría comunica a los balnearios sin dificultades.
Aunque hace cuatro años, la Fundación Agua Muisne solucionó el problema de la falta de agua, los habitantes de Muisne, Cabo de San Francisco, Mompiche y Estero de Plátano cuentan con servicio de agua purificada.
Antes la población de este cantón sufría de problemas gastrointestinales debido a la mala calidad del agua, lo que fue determinado por un estudio realizado por los médicos de la Fundación Agua Muisne.
"El nivel freático del líquido es alto y a través de la construcción de pozos las personas han logrado obtener agua para el consumo; primero se la almacena, a través de carbono activado le retiran los sedimentos, luego es tratada con rayos ultravioletas y ósmosis inversa, finalmente el agua queda purificada y es entregada a los habitantes en sus viviendas", manifiesta Heriberto Napa Zambrano, presidente de la fundación.
Todos los comedores, restaurantes y domicilios utilizan el agua purificada. "Cada 15 días funcionarios del Instituto Leopoldo Izquieta Pérez realizan análisis del agua, para seguridad de los consumidores", explica Napa.
Con la cercanía de la inauguración del nuevo sistema de agua potable, previsto para finales de julio, la población también se alista para recibir a los turistas nacionales y extranjeros que son atraídos, anualmente, por el Festival de la Concha, el 14 de agosto.
Para el hospedaje, los turistas pueden acceder a los hoteles como el Galápagos, el más grande de la isla, para 300 huéspedes, aunque a media hora de esta población están ubicados otros considerados cinco estrellas en el sector de Mompiche.
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