martes, 14 de junio de 2011

La tensión crece en La Concordia

EL COMERCIO

Las angostas calles que rodean al Municipio de La Concordia lucían repletas de policías ayer por la mañana. Uno 100 gendarmes fueron movilizados a ese cantón esmeraldeño para evitar que se produzcan desmanes.
Alaín Luna, jefe de Policía, aseguró que se tuvo que pedir refuerzos a los destacamentos de Quito, Esmeraldas y Santo Domingo para contar con el número de personal suficiente.
Se teme que los simpatizantes del alcalde Walter Ocampo y los seis concejales que fueron destituidos, y luego reincorporados a sus funciones, se enfrenten.
Desde el jueves pasado se han registrado protestas de ambos bandos. “Nosotros nos encontramos en la mitad conteniéndolos”, refirió el uniformado.
Ayer, quienes se acercaban a realizar los trámites en las ventanillas del Municipio eran revisados por policías del servicio urbano, en busca de algún arma.
Según el oficial, el ambiente se encuentra caldeado desde el jueves luego de que el Juzgado Sexto de lo Civil y Mercantil de Quinindé, resolviera la restitución de las funciones a los concejales. En un principio ellos fueron separados de sus cargos por Ocampo y este nombró como concejales a quienes hacían las veces de suplentes.
Desde ese día, aproximadamente 50 simpatizantes y empleados de la Alcaldía se atrincheraron en las oficinas donde funcionan los distintos departamentos del Municipio. Incluso, la puerta metálica de ingreso a estas dependencias fue soldada, por ellos, para evitar el paso. Ayer aún seguían en el sitio pendientes de lo que ocurra con la situación del Alcalde.
“Lo hicimos para que se respete la decisión del pueblo. Estamos vigilantes de lo que suceda. A una llamada todos vienen”, señaló María García, simpatizante del Burgomaestre.
Los guardias municipales y empleados tienen que usar escaleras para poder ingresar y salir de la institución y también se encuentran alerta en las afueras.
Según Luna, no se ha hecho uso de bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes. “Eso incentivaría más violencia. Tenemos que contenerla a punta de cuerpo”.
En medio de este ambiente, César Heras, dirigente del recinto Monterrey, ubicado a 10 minutos de La Concordia, llegó ayer al Municipio. Quería hablar con el Alcalde, para pedirle obras para su localidad. “Estos problemas solo causan molestias. Se han pasado peleando cuánto tiempo y no se ven obras. Ya deben buscar una solución a esta situación”, manifestó el dirigente.
Los empleados del Municipio le dijeron a Heras que el Alcalde había viajado a Quito y que no sabían cuándo retornaría al cantón. Ocampo dio una rueda de prensa desde la capital y denunció supuestos intentos de atentados en su contra (ver recuadro)
Los últimos días, la polarización en esta localidad ha crecido luego de que los concejales acusaran a Ocampo de desacato. Supuestamente, por impedir que suban a la oficina donde se realizaría la sesión de Concejo el día jueves.
Debido a esto, los concejales Rosaura Bastidas, Carmen Villegas (MPD), José Aguirre (Prian), Gonzalo Muñoz (Mana), Grey Aguilar y Byron García (PAÍS), realizaron el viernes una sesión de Concejo Municipal en la que se destituía a Ocampo.
Allí, Byron García, fue posesionó como nuevo burgomaestre. “Ya está desconocido como Alcalde. En la tarde vamos a notificar al Banco Central, al Banco del Estado y los estamentos gubernamental sobre la decisión del Pleno del Concejo”, dijo.
Además indicó que están buscando una oficina para sesionar y cumplir con sus tareas.
Ramiro Carrera, en cambio, quien forma parte del Concejo posesionado por Ocampo, indicó que ellos están laborando normalmente y visitando el estado de las obras. Para Carrera, una de las soluciones puede ser ventilar este caso en la Corte Constitucional.
Alcalde teme por su vida

"En este momento, La Concordia es como la ciudad Juárez de Ecuador". Así calificó el alcalde Walter Ocampo a este cantón, en la rueda de prensa que ofreció ayer en la Asociación de Municipalidades Ecuatorianas (AME), en Quito. "En La Concordia no tenemos juzgados, comisarías, fiscalías de turno. Todo tenemos que hacerlo en Quinindé", dijo el Burgomaestre.

Ocampo afirmó que ha sido objeto de amenazas y varios atentados, por parte de "los instigadores que quieren asustar a los ciudadanos".

El Alcalde llegó a la capital escoltado por varios agentes del GIR. "Si no fuera por los cuatro agentes, yo no estuviera hablando hoy". Ocampo responsabilizó a las autoridades de Esmeraldas, afines al MPD, de infundir miedo en La Concordia y de los supuestos atentados. El Alcalde dijo que hasta la fecha no le ha llegado ninguna notificación de su destitución y que seguirá en el cargo.

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