miércoles, 3 de marzo de 2010
Muro de caña contra las olas, en Mompiche
EL UNIVERSO
Con una pala en las manos, Jakeline Mera, dueña del restaurante Oga, de Mompiche, cavaba ayer huecos en la arena para enterrar pedazos de caña guadua, en un intento de formar una barricada que detenga la fuerza de las olas que golpean las casas y negocios en el malecón de este recinto del cantón Muisne, al sur de Esmeraldas.
Mera se quejó de la respuesta de las autoridades ante la emergencia que viven, y dijo que el muro fue financiado por ella y que recién ayer, cuando el aguaje está terminando, aparecieron dos retroexcavadoras, volquetes y personal contratado por la Secretaría de Gestión de Riesgos para ayudarlos.
La mujer, quien ya construyó otro muro a base de tablones de madera, expresó que espera que este nuevo muro reste fuerza a las olas y no continúe destruyéndose su negocio.
En medio de cientos de restos de sacos de yute que desde el pasado domingo fueron colocados en la playa por el Municipio de Muisne como barrera de protección, Jorge Cedeño, propietario de unas cabañas, dijo que todo lo que se está haciendo va a ser en vano, y que la solución definitiva es la construcción de un muro de verdad.
Mirando fijamente a la playa, Cedeño explicó: “Mire esa barrera que están haciendo, están dañando la playa, el turista viene, ve ese muro antiestético, se asusta y se va, no solo que hemos perdido nuestras pertenencias y tratamos de salvar lo poco que tenemos, también estamos en quiebra, no viene nadie a este balneario”.
Mientras los habitantes de Mompiche preparaban el muro para que resista la fuerza de las olas, los alcaldes de Esmeraldas se reunieron con la secretaria de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo, en el Comando de Operaciones Norte, para tratar el tema del decreto de emergencia del Gobierno.
La oferta inicial de asignar seis millones de dólares para la emergencia anunciada por el Gobierno no dejó conforme a ninguno de los alcaldes. Ayer, luego de la reunión a puerta cerrada con la funcionaria, el descontento fue más evidente.
Richard Mina, alcalde de Eloy Alfaro, dijo que se anunció que la mitad de esos recursos serían designados para reubicar a más de cien familias del cerro El Gatazo en la ciudad de Esmeraldas y estabilizar la zona. “En realidad nos quedan tres millones para repartir entre siete municipios, ¿qué se puede hacer con menos de 300.000 dólares ante una emergencia tan grande como esta?”, cuestionó.
Manuel Casanova, alcalde de Quinindé, aseguró que la reunión fue positiva, pero que, “la distribución de los recursos no ha sido equitativa”. “En Quinindé tenemos cinco puentes caídos, más de 1.200 kilómetros de carreteras afectadas, ¿qué puedo hacer con menos de 300.000 para solucionar todos los problemas?”, preguntó.
Detalles: Invierno
Reubicación
Nixon Quiñónez, presidente de la Junta Parroquial de Anchayacu, comunidad que permaneció tres días en medio del agua tras el desbordamiento del río Santiago, dijo que la Secretaria de Riesgos les ofreció una reubicación de la población con el aporte del Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).
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