sábado, 20 de marzo de 2010

En Mompiche quedan secuelas del aguaje



EL TELÉGRAFO

Una vía lastrada y zigzagueante que se abre entre una espesa vegetación conduce a la población y balneario de Mompiche, en el sur de Esmeraldas. Al menos en cinco tramos del irregular camino se observan trabajos para desfogar el agua de las lluvias que ha erosionado parte de la vía.

Luego de recorrer 20 minutos desde la vía principal Pedernales-Muisne se encuentra este balneario que en febrero pasado fue azotado por un fuerte aguaje. El resultado: casas y negocios destruidos y calles cubiertas con espeso fango.

Aún quedan secuelas de la devastación que ocasionó el aguaje. A lo largo de la playa permanecen los residuos de piedras, maderas, palizadas y sacos de arena destruidos que arrastró el oleaje y se llevó varias construcciones levantadas a pocos metros del mar.

El flujo de turistas es bajo en esta época, ya que la temporada alta coincide con el período de vacaciones del ciclo Sierra (entre julio y septiembre). Los dueños de negocios se quejan, pues aseguran que ni siquiera los extranjeros o visitantes de Los Ríos y Manabí están llegando al balneario.

“Estamos preocupados, porque no hay turistas, es verdad que se ha perdido parte del balneario, pero no queremos que se ahuyente a las personas”, se lamentó Éber Solórzano, quien construyó su casa a pocos metros de la playa.

Si bien admite del peligro que corre su inmueble, asegura que años atrás construyó su vivienda a unos 50 metros de la línea de playa, pero con el paso de los años el mar ha ganado espacio.

Para Amanda Valencia, moradora de Mompiche, es difícil que en poco tiempo se reconstruya el balneario. “El agua se llevó varias casas y negocios, ahora todo está sucio y las calles llenas de lodo”. De allí que instó a las autoridades locales y provinciales que atiendan el balneario, para que no se pierda el único recurso que les generaba ingresos económicos, como el turismo.

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y el COE cantonal atendieron la zona afectada con el envío de sacos de arena para impedir que el agua siga causando estragos, aunque se recomendó al Municipio de Muisne que se inicie un proceso de reubicación de las familias cuyas casas cercanas al mar quedaron destruidas.

Sobre el tema, María del Pilar Cornejo, titular de la Secretaría, instó a los municipios de los cantones costeros que eviten construcciones en áreas de la playa.

Sobre el tema, el alcalde de Muisne, Ángel Bernal, manifestó que pese a los controles la gente insiste en construir en zonas de peligro y a orillas de ríos, esteros o de mar.

“El Municipio no cuenta con suficientes policías para cubrir todo el filo costero de Muisne, cuya cabecera cantonal está en una isla”, expresó Bernal.
De allí que pidió a la Gobernación de Esmeraldas y la Armada ayuda para ejercer un control conjunto en las citadas áreas.

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