El Universo
La introducción de semilla colombiana infectada, desde el departamento de Nariño hacia la zona norte de la provincia de Esmeraldas, habría ocasionado la presencia de una extraña enfermedad que está matando plantaciones de palma africana del cantón San Lorenzo.
Esta es la primera hipótesis que manejan técnicos del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias, (Iniap), de la estación experimental Santo Domingo, en el cantón La Concordia, en el km 38 de la vía a Santo Domingo.
Aunque se indicó inicialmente que se había identificado al agente causante de la enfermedad como un hongo de la familia Fusarium, el director de la Estación del Iniap, Jorge Orellana, afirmó que pese a más de 20 años de investigaciones no se descubre qué provoca la afección, la que solo se clasifica como Pudrición de Cogollo (parte superior de la palma) o PC. Según el Iniap este cuadro se presentó hace 20 años en plantaciones de la Amazonía, pero se erradicó el mal eliminando las palmas enfermas.
El Iniap aclaró que la semilla de palma africana que sale desde esta estación de investigación y que es comercializada a los palmicultores es de alta calidad, por lo que se descarta que la fuente de contaminación haya salido desde esta entidad.
Orellana acotó que el problema se presentó hace 5 años, en menor escala y aquella vez se contrató a una fitóloga norteamericana y a un técnico costarricense que tampoco identificaron qué causa la enfermedad. “No podemos decir que es un hongo o una bacteria”, dijo.
Recordó que los investigadores recomendaron a la Asociación Nacional de Cultivadores de Palma Africana (Ancupa) no movilizar semillas ni plantas de palma africana desde San Lorenzo hacia el interior del país, pero todo hace presumir que esta sugerencia no se acató, lo que estaría causando estragos en las plantaciones, con mayor fuerza en San Lorenzo, frontera con Colombia, donde hay unas 50.000 ha de sembríos, de las cuales el mal ha matado 4.000. Casos similares de PC se han presentado en Quinindé y La Concordia, pero en menor escala. Este Diario buscó la versión de Ancupa, pero aún no responde el requerimiento.
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