LA HORA DE ESMERALDAS
Jonathan Rubén Medina Tufiño, de 30 años, fue encontrado muerto a las 11:30 de ayer, sábado, en un abismo al costado izquierdo de la carretera Esmeraldas-San Mateo, en el sector Wínchele.
El infortunado ciudadano presentaba señales de haber sido torturado, tenía un tiro en la parte posterior de la cabeza, y además, los criminales le habían amarrado con un cabo las manos hacía atrás.
El cadáver fue hallado por un morador de Wínchele que a esa hora de la mañana fumiga una propiedad, quien inmediatamente dio aviso a la Policía.
Asesinado en la madrugada
Personal de la Policía Judicial llegó al sitio y tuvo dificultades para sacar al occiso del barranco, pero gracias a la colaboración de personas voluntaria se lo sacó del abismo donde los criminales lo habían lanzado una vez que los ejecutaron.
El cadáver que estaba cerca a una alcantarilla tuvo que ser amarrado con un cabo para ser sacado hasta un costado de la carretera donde los agentes de la PJ revisaron el cuerpo y determinaron que presentaba un balazo en la parte de posterior de la cabeza.
El cuerpo sin vida fue embalado en una funda de la que utiliza la Policía y embarcado a la ambulancia para trasladarlo a la morgue del cementerio local. Según moradores de Wínchele la víctima fue ejecutada en horas de la madrugada de ayer, porque se escucharon disparos.
Era taxista
En la morgue el cadáver fue identificado como Jonathan Rubén Medina Tufiño, quien trabajaba como taxista en un carro particular de un abogado.
El cadáver fue retirado de la morgue y llevado a una vivienda en el callejón 12 de Octubre, cerca de la ‘Esquina del Bochinche’ Malecón Parada Siete donde la tarde de ayer se le realizaba el velatorio.
Parientes del muerto dijeron que desconocen la causa del crimen, explicando que el viernes anterior a las 23:00, Jonathan Rubén Medina Tufiño llegó a su vivienda ubicada en San Rafael, y le dijo a su esposa que regresa después de entregar el carro en La Tolita No.1
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