El coronel Pablo Santos, jefe de la Policía en Esmeraldas, dijo que agentes de Antinarcóticos determinaron que había actividad en la finca por tierra y frecuentemente zarpaban embarcaciones desde este sitio con rumbo hacia Colombia.
El jefe policial explicó que la finca era usada como un centro de acopio, la droga la traían desde Colombia para luego exportarla a México y EE.UU.
En la propiedad la policía encontró 1.323 paquetes con cocaína en forma de ladrillos con un peso de 1 tonelada 475 kilos y 586 gramos.
Según las investigaciones, una organización colombiana contrató a Carlos Marchán Valencia, Jairo Quevedo Mendoza, Jairo Moña Tobar, Walter Quevedo Marcillo y Pablo Muñoz Andrade, quienes fueron detenidos, por receptar, almacenar y ocultar en caletas subterráneas el alcaloide.
Se informó que cada kilo de droga cuesta 50.000 dólares en el mercado negro. El cargamento tiene un valor de 73,7 millones de dólares.
La Policía y Fuerzas Armadas permanecen en la zona, pues se sospecha que exista un submarino en el sector.
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