Iván Prieto Bowen, Subsecretario de Recursos Pesqueros, expidió el 22 de diciembre del 2010, el Acuerdo Ministerial 174 por el cual dispone la medida con el fin de proteger el recurso que en este periodo se encuentra en desove.
El Artículo 2 del mencionado Acuerdo señala que “se prohíbe toda actividad pesquera dirigida a la extracción del recurso camarón mediante artes de pesca industrial y artesanal; tales como: redes de arrastre, redes trasmallo, redes de enmalle, changas, caleteras, bolsos, redes estacadas, atarrayas y otros…”
Prieto informó que todas las embarcaciones de red de arrastre camaroneras deberán permanecer amarradas en puerto, y que en consecuencia la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos no otorgará zarpe a ninguna nave que pertenezca a esta flota.
El funcionario hizo hincapié en que los barcos de red de cerco llamados bolicheros tampoco tienen autorización para capturar el camarón marino, dado que no es su pesca objetivo.
Dijo que si un barco de este tipo (bolichero) ingresa a la zona de pesca de camarón marino dentro de las 8 millas, será considerado una infracción agravada por violar además el Acuerdo Ministerial Nº 080 del 19 de marzo del 1990.
Prieto añadió que para controlar que se cumpla la medida, decenas de inspectores recorren el perfil costero en operativos conjuntos con miembros de la Armada del Ecuador y la Policía de Medio Ambiente.
Hizo un llamado para que la ciudadanía denuncie a los infractores comunicándose a los teléfonos 052 611410, extensiones 118, 165 y 167, en Manta, así como al 042561489, en la ciudad de Guayaquil.
Flota arrastrera
La Asociación Ecuatoriana de Armadores de Barcos Pesqueros y Camaroneros, Asearbapesca, anunció que toda la flota acatará la medida de ordenamiento durante los 60 días de veda.
En la Subsecretaría de Recursos Pesqueros existen 159 embarcaciones registradas que operan en la captura del camarón marino (langostino) y pomada.
Goretti Correia, vocera de ese gremio, dijo que se calcula que la flota tiene un promedio de captura de 3.000 toneladas de langostino y 6.700 toneladas de pomada durante todo el año.
Correia añadió que con la paralización de la flota camaronera y pomadera se estima que dejan de laborar unas 11.455 familias, entre armadores y tripulantes; así como trabajadores vinculados con el sector, entre ellos comerciantes, transportistas, mecánicos, peladores, entre otros.
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