Cosas del destino. Un adolescente de 16 años, que se quedó solo en casa, mientras sus padres salieron a una fiesta, murió aplastado por una avalancha de lodo que ingresó a la vivienda, tras derrumbarse un cerro.
Esto sucedió en horas de la madrugada de ayer, en el barrio Loma Dos, sector La William, del cantón Quinindé.
El lodo entró por la parte posterior de la vivienda y dejó destruido el dormitorio donde Nery Javier Marcillo Medranda estaba entregado a los brazos de Morfeo.
La avalancha de lodo inundó la habitación del chico que ni sintió cuando le llegó la muerte.
Padres se salvaron por estar en una fiesta
La Policía manifestó que la desgracia hubiese sido mayor, ya que en la casa no se encontraban los padres de Nery, quienes habían asistido a una fiesta de graduación.
El cuarto aledaño del menor, donde era ocupado por los progenitores del fallecido, también quedó inundado de tierra y lodo, pero gracias a Dios esa noche solo él estuvo en casa, sino las consecuencias hubiesen sido peores.
Los moradores dijeron que pidieron ayuda al Cuerpo de Bomberos y a la Policía de Quinindé, que asistieron, pero por el mal estado del camino no lograron llegar a tiempo. Hasta la motobomba bomberil se encunetó por lo que dificultaba el libre tránsito.
Lo rescataron
Los vecinos escarbaban con sus manos y luego de tanto esfuerzo lograron rescatar con vida el cuerpo del infortunado joven y lo trasladaron hasta la sala de emergencia del hospital padre Alberto Buffoni, donde los médicos no pudieron estabilizarlo.
La Brigada de Homicidios de la PJ llegaron a esa casa de salud, para realizar el levantamiento del cadáver, pero los familiares no permitieron que se lo lleven a la morgue, peor aún que se le practique la autopsia y se llevaron el finado.
Nery estudiaba en la academia Ciudad de Quinindé, cursaba el décimo año y le faltaban apenas dos semanas para graduarse como mecánico automotriz. Las lluvias provocan tragedias en algunas zonas del país.
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