La noche del jueves pasado, entre llanto y abrazos de su familia fue recibido Tyron Iván Quintero Vega, ex alcalde de Muisne (Esmeraldas), luego de permanecer semanas retenido por una banda de secuestradores.
Quintero contó, mientras lloraba, que vio de cerca la muerte, porque los delincuentes en todo momento amenazaron con matarlo si su familia no pagaba los 300 mil dólares que pedían como recompensa.
Según la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase), la víctima fue interceptada el 19 de septiembre en momentos en que se disponía a comer en un restaurante en la avenida Orellana, en el norte de la capital.
Un agente, Alexander, quien participó en el rescate, contó que el día del plagio al menos diez personas se le acercaron violentamente a Quintero fingiendo ser personal de la Policía que cumplía con una orden de arresto en contra del ex edil.
Una vez dentro del vehículo, los delincuentes le habrían inyectado una sustancia que lo mantuvo drogado por más de 30 horas.
Reportes de la Unase explican que el secuestrado fue llevado inicialmente a una vivienda en el Valle de los Chillos, suroriente de Quito. Allí habría permanecido por tres días hasta que lo trasladaron a Ambato, luego a Santo Domingo, Salitre (Guayas) y por último a la villa ubicada en el barrio del Centenario, en el sur de Guayaquil.
La esposa de Quintero, Paola Garozio, recién supo del paradero de su pareja catorce días después del plagio. El 3 de septiembre recibió una llamada de su esposo diciéndole que estaba secuestrado y que se contactara con sus hermanas que están en España y Muisne para que reunieran el dinero que pedían por su libertad.
Alexander cuenta que los secuestradores, luego de su detención, explicaron que ellos retuvieron al ex alcalde para obligar a pagar una deuda que tenía con su jefe.
Quintero negó que tenga deudas con alguien y más aún de miles de dólares.
Pese a que el involucrado descartó la posibilidad de que deba dinero a alguien, la Unase continúa las pesquisas porque cree que quedaron varios integrantes de la banda en libertad.
La negociación se dio con la familia del secuestrado que vive en Muisne. Alexander manifiesta que los secuestradores al final exigieron 120 mil dólares para la liberación.
Movimientos
La Unase detectó en la manzana H, villa 10, del barrio del Centenario un movimiento inusual de personas y autos, por lo que realizó el operativo que dejó ocho detenidos.
Encadenado
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