EL REPORTAJE DEL MES

Memorias  de un hombre soñador

Fernando Andino León, exitoso académico.

Por: Jonniz Jama y Juan Carlos Salinas

Egresados de periodismo del Campus Universitario

Universidad Técnica Luis Vargas TOrres

La Concordia

Octavo cantón de la provincia de Esmeraldas.

Fernando Andino, nace en el cantón Pujilí provincia de Cotopaxi, desde sus inicios tuvo la vocación de maestro; por ello, estudio en el normal Belisario Quevedo de esta jurisdicción. Su pasión por Esmeraldas, surge en un paseo que realiza a las playas de esta Provincia junto a sus compañeros de estudios.

La impresión por esta región, dio lugar a que le designaran de manera inmediata profesor de la escuela Santiago Samoro de la parroquia Chontaduro del cantón Rioverde; año 1937. Según el idealista maestro, para llegar a este lugar una vez estando en la ciudad de Rioverde tenía que viajar 16 horas en canoa; es así, que se daba el lujo de salir a la capital provincial una vez al año.

En este sector construyó la primera escuela al igual que la casa del maestro, misma que se dio con la ayuda de los padres de familia más la colaboración de los compañeros Polibio Estupiñán y Jaime Sarango. Su manera de ser, dio lugar al obsequio de un caballo, a quien lo llamó el Escolar Ecuatoriano con el cual se trasladaba de comunidad en comunidad.

El lugar era propicio para la aventura, por lo que aprendió a remar la canoa así como también a pescar y lanzar su catanga al río lo cual daba lugar a que su comida no le faltase; “comida y de la buena, puro marisco”, nos indica. “17 años cruzaban por mi vida, era buen jugador de futbol, al extremo que jugaba hasta sin zapato”, dando lugar de igual forma a que se construya una cancha de futbol.

El amor por su madre como la mayor parte de los hijos, hizo que 2 años más tarde, se cambie a la escuela Leónidas Llóri del sector La Villegas futura parroquia del nuevo cantón La Concordia; en este lugar nos dice pasó la mayor parte de su vida. Luego pasa mediante Comisión de Servicio al rectorado del colegio agropecuario “Quinindé”, para esto ya había creado el colegio Gustavo Becerra Ortiz del sector La Villegas. Años más tarde el Agropecuario Quinindé lo convierte en Instituto Agropecuario Quinindé. En esta institución tuvo la oportunidad de sembrar 7 hectáreas de banano, lo cual trajo buenos frutos para la entidad.

El gusanito de La Universidad:

Avanzar con la preparación académica, era loable; por lo que Andino León realiza las gestiones pertinente para lograr que se cree un paralelo de Profesionalización Docente en La Villegas, donde le nombraron coordinador, ocupación que hasta el momento la cumple, ahí se gradúan todos. En el devenir de los días el soñador nos cuenta que se encontraron con algo interesante, había muchos profesores en el colegio Nacional La Concordia, quienes se hacían pasar por licenciados, pero ninguno lo era; es así, que los invito a la universidad Luis Vargas torres y juntos ellos, enrumbó este barco que hoy se convierte en una potencia de educación superior en la región.

El Campus Universitario:

Andino, da consejos a los estudiantes de periodismo.

El maestro soñador indica: este nace debido a que nos sentimos abocados por la participación estudiantil. Oswaldo Zambrano (el popular Gancho +), me regaló un caballo de paso, el cual lo rifamos y obtuvimos 20.000 dólares. Luego visitamos diferentes instituciones educativas, recibiendo los 10 centavos de los niños e incluso unos nos regalaban su alcancía, fue tan motivador este episodio que hasta los carros parábamos para obtener esos 10 centavos, y así de bloque en bloque dijimos vamos a construir nuestra Universidad.

La participación de los hermanos Muñoz fue fundamental, nos obsequiaron las 2 hectáreas de terrenos donde hoy por hoy se encuentra el Campus Universitario, en un principio para algunos incrédulos solo era una farsa, pero con fuerza, perseverancia y un buen equipo de trabajo, este sueño hoy es una realidad demostrando lo contrario expreso.” Porque podemos meter las patas pero jamás las manos y las uñas”, siendo hoy ejemplo para el país, América y el mundo.

La meta como institución es lograr superar los 5.000 alumnos y tecnificarlos, firmar convenios internacionales para que nuestros profesores viajen al exterior, ya que mi propuesta es que todos seamos PHD.

En lo personal, mi propósito es seguir avanzando con mis ideales, todos enmarcados en la educación, no me interesa algún cargo político porque que pienso que el hombre de buena fe, no puede dedicarse a tres o cuatro cosas, debido que no haces bien ni la una ni la otra, peor ofrecer lo que no se puede cumplir.

"El sueño de mi vida es no claudicar; yo amo a la educación me quedo ahí y en ella he de morir, concluyó el legado de la educación".