domingo, 5 de julio de 2009

Ventajas de la involución



Por: Francisco Febres Cordero

http://www.eluniverso.com/2009/07/05/1/1363/D87FADCF43FD45DAB49A9D44FC880D12.html

El excelentísimo señor presidente de la República ha tenido la gentileza de expresarse en términos muy elogiosos sobre mi persona. ¡Cómo le agradezco! ¡Qué bueno que es el Presidente! De gana los malos no le quieren.

¿Y qué ha dicho el excelentísimo señor Presidente de la República?, me preguntarán ustedes que no escuchan las cadenas sabatinas de los sábados. Y yo les responderé que, en un arranque de generosidad, ha dicho que yo he involucionado. ¡Imagínense! Nadie, hasta ahora, se había expresado sobre mí con tanto afecto. Y con tanta justicia, desde luego.

¿Ustedes sí me han visto involucionado? ¿No cierto que se me nota? Cómo será, que cada vez que salgo a la calle oigo que la gente murmura: “Ve, ¡qué bestia, ahí va el involucionado!”.

Lo malo hubiera sido que el excelentísimo señor Presidente hubiera dicho que yo he evolucionado. ¡Qué susto! Imagínense. Ahí me hubiera sentido sujeto de estudio, como los pájaros pinzones lo fueron para Darwin. Si hubiera evolucionado, tal vez de pingüino me hubiera convertido en militante de Alianza PAIS, me hubiera volvido verde y me hubieran salido escamas. O contratos. ¡Qué horrible!

En cambio, habiendo involucionado he regresado a ser como antes, cuando ni siquiera podía imaginar que un día, cuando el país hubiera evolucionado, iba a hacer su aparición la revolución del siglo XXI para arrasar con las leyes e imponernos un dictador a cuya voluntad se someten todos los poderes del Estado, las autoridades de control y todos mismo.

¡Qué alivio haber involucionado! Porque si hubiera evolucionado tanto como para militar en la revolución del siglo XXI, creería a pie juntillas que hay una sola verdad y esa es la que dicta el dictador que, además de tarimero, bailón y cantador, es insultón a todos los que no piensan como él. Tonces, como hay una sola verdad, los evolucionados detestan a todos los que expresan otros puntos de vista y se atreven a discrepar, a disentir con la palabra que sale de la boca de su dios. Por eso los evolucionados quieren sacarles la perimbucha y hacerles callar para siempre jamás a los involucionados que se quedaron atrasados en la democracia y no evolucionaron hasta llegar a la autocracia, por lo menos.

¡Chuta, los evolucionados! Algunos son tan evolucionados que, siguiendo la evolución, han logrado que a sus pieses les salgan avión privado, declaren la emergencia para otorgar contratos a dedo y reciclen a los miembros de la partidocracia para nombrarles ministros, asesores y embajadores evolucionados.

¡Qué evolucionados que son los evolucionados! Cómo será que hasta han evolucionado su poder a la familia, para que el hermanito y la hermanita también sobresalgan y no se queden totalmente involucionados en el pasado: el uno, pobrecito, sin contratos con el Estado y la otrita en el anonimato, sin candidaturas.

Ojalá que el excelentísimo señor Presidente siga considerándome un involucionado y nunca de los nuncas crea que estoy evolucionando hasta situarme entre sus huestes, donde cada vez con mayor claridad se ve cómo los revolucionarios evolucionan a sapos, y así se quedan por los siglos de los siglos XXI.

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