Hasta diario La Hora llegó Ramona Cuero Peralta, de 34 años, para denunciar el perjuicio del que fue víctima en la empresa de transporte ‘Occidental’, al enviar una encomienda desde Esmeraldas a Machala.
Explicó que el martes 3 de mayo de este año, aproximadamente a las 10:00 se acercó a las oficinas de encomiendas de la citada empresa y le envió a su mamá a Machala un paquete pequeño en el cual iban dos perfumes y 250 dólares en dinero efectivo.
Le cobraron dos dólares con 50 centavos. El miércoles 4 de mayo la progenitora de Ramona Cuero Peralta se acercó a retirar el paquete en las oficinas de ‘Occidental’, en Machala.
Un ladrillo
María Luisa Peralta Marreth, progenitora de Ramona, se llevó tremenda sorpresa al llegar a la casa y al abrir el pequeño cantón en el cual su hija le envió los dos perfumes y 250 dólares, lo que había era un ladrillo ¡sí ladrillo! de los que se utilizan para construir las casas.
Muy apenada por lo sucedido la señora inmediatamente llamó a su hija en Esmeraldas y le comunicó lo sucedido, pero ésta no podía creer lo que había pasado.
La remitente tomó la situación con calma, pese a la indignación que sentía por haber perdido lo que envió, sobre todo el dinero que era para comprar dos pintas de sangre para una hermana que está delicada de salud en Machala.
Se perdió
“Le pedí a mi mamá que trajera el cartón con el ladrillo a Esmeraldas, con la evidencia fui a las oficinas a reclamar, pero nadie me dio una explicación de lo sucedido, es decir, todo se perdió”, dijo Ramona Cuero Peralta.
Le dieron un número telefónico de un funcionario de la empresa ‘Occidental’, en Quito, quien le dijo que si no declaró lo enviado la empresa no se responsabiliza por pérdidas.
“No se sabe dónde abrieron el paquete y colocaron el ladrillo en reemplazo de los perfumes y el dinero, lo cierto es que me perjudicaron”, manifestó la afectada.
Precedente
Ramona Cuero Peralta reconoce que no haber declarado lo que envió fue su error, pero no lo hizo porque anteriormente por reiteradas ocasiones envió encomiendas a sus familiares a Machala y nunca había tenido un percance de esta naturaleza.
“Sé que no voy a recuperar lo perdido, pero acudo a denunciar a través de este medio de comunicación para que quede precedente del insólito hecho”, dijo la afectada.
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