“No hay cupos”. Letreros con esta frase son los más comunes estos días en la mayoría de los locales educativos fiscales de la Costa, que mañana inician un nuevo año lectivo. Uno de estos carteles se aprecia en el jardín fiscomisional María Isabel Maza, ubicado en el barrio Santas Vainas, en el centro de Esmeraldas. Es la única respuesta que hallan decenas de padres de familia, que deambulan de plantel en plantel buscando matrícula para sus hijos.
En esta ciudad los más solicitados son los establecimientos fiscomisionales (iglesia-estado). Todos estos entregaron los cupos en el mes de septiembre y octubre del año anterior. “Yo matriculé a mi hijo en la escuela Nelson Mina, en el barrio Esmeraldas Libre, pero ya no hay cupos para otros padres”, dice María Angulo.
Igual sucede para quienes buscaban matrículas en los fiscales como el Instituto Nacional 5 de Agosto, el mayor centro educativo de la capital esmeraldeña. Ahí hubo 1.750 cupos y fue necesario abrir dos paralelos más, por la demanda.
“Nosotros entregamos turnos en enero, ya no podemos aceptar más estudiantes porque estamos saturados”, afirma el rector, Ramón Reyes. Y por esa saturación, miles de padres de familia aún no han hallado lugar en alguno de los 1.402 planteles fiscales con que cuenta Esmeraldas, para que sus hijos cursen el octavo año de básica o el primero de educación inicial. En esta provincia no hay aún una cifra definitiva de excluidos, según Paulino Quiñónez, presidente de la UNE de Esmeraldas, y voceros de la Dirección de Educación.
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