Nadie vio quién lo mató. Lo único que escucharon fue un disparo y cuando salieron encontraron al “Coreano” agonizando por una herida de bala en la frente.
Este misterioso hecho ocurrió en el barrio 16 de Junio, del cantón Quinindé, alrededor de las 23:00.
Ricardo Javier Quiñónez Mina, de 34 años, a quien más lo conocían como “Coreano”, estaba en plena calle sobre un charco de sangre. Ni curiosos ni moradores del sector pudieron explicar a la Policía los motivos por las cuales lo asesinaron.
Solo señalaron que mientras estaban dentro de sus casas, unos preparándose para descansar y otros viendo televisión, escucharon la detonación que los obligó a salir para ver de qué se trataba, descubriendo al hombre mal herido.
Inmediatamente llamaron a los agentes del orden para que investiguen el hecho. Al arribar los uniformados constataron que aún estaba con vida, lo trasladaron al hospital Padre Alberto Bufoni, de Quinindé. Allí los médicos hicieron esfuerzos por salvarle la vida, sin embargo después de una hora murió. El tiro que recibió en la frente perforó la parte posterior de la cabeza.
Hasta el centro de salud llegaron sus padres y otros familiares para realizar los trámites y retirar el cuerpo.
Los restos del fallecido fueron velados en el barrio 2 de Mayo.
La víctima dejó dos hijos menores huérfanos de padre. (GP)
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