¿Quién frena la matanza en la parroquia La Unión, del cantón Quinindé? Es la interrogante que se hacen los habitantes de esta zona, debido a que en poco tiempo siete personas han sido asesinadas.
La noche del pasado jueves el turno le tocó a dos primos, quienes fueron masacrados a plomo por el parque central, frente a una escuela. Cada uno tenía aproximadamente 15 tiros en su cuerpo.
Juan Carlos Mala Valencia, de 18 años, y su pariente A.A.M., de 17, salieron a las 23:00 del jueves desde un billar, donde trabajaba el adolescente.
Según versiones de Rosa Valencia Lucas, madre de Juan Carlos, su hijo junto con su primo, quien atiende un local de juegos, cerraron el establecimiento para dirigirse a sus respectivos domicilios, movilizándose en uno motocicleta Suzuki, color azul.
Cuando iban por la calle Ricardo Cagiado, del barrio John F. Kennedy, frente a la escuela del mismo nombre, los sicarios no los dejaron avanzar más. Sacaron las armas que camuflaban bajo sus chompas y les descargaron más de una docena de tiros a cada uno.
Sorprendidos por las balas
La gente que a esa hora dormía y otros que estaban listos para irse a descansar al escuchar el estruendo de los tiros solo se limitaron a observar por las ventanas de sus casas para ver qué había sucedido en la calle.
Cuando cesaron los disparos y volvió la calma al barrio, algunos curiosos, aún temerosos, llegaron frente al plantel educativo y observaron a los jóvenes tendidos en media calle, con sus cuerpos repletos de plomo.
Los asustados vecinos llamaron a la Policía Nacional que en cuestión de minutos llegó hasta el lugar de los hechos y comprobó que dos muchachos estaban en media calle sin vida.
Se llevaron los muertos a la fuerza
Agentes de criminalística también acudieron a la escena de la masacre y se llevaron una gran sorpresa, ya que los familiares de las víctimas no los dejaron realizar los levantamientos de los cadáveres.
Los deudos manifestaron que no presentarán la denuncia de los crímenes porque es perder el tiempo, además son de escasos recursos económicos y no disponen para contratar un abogado.
Los baleados fueron llevados en una camioneta a la casa de sus padres para ser velados en el barrio 7 de Septiembre de este cantón.
Los agentes de criminalística solo recogieron las evidencias como los casquillos percudidos y las huellas que habían en el lugar de los hechos, constatando que las víctimas tenían aproximadamente unos 15 tiros en distintas partes del cuerpo.
En la puerta de la escuela John F. Kennedy eran evidentes los de impactos de proyectiles y a pocos metros de los muertos habían 30 casquillos percudidos.
Piden reunión urgente
Las fuerzas vivas de la parroquia La Unión han convocado a una reunión en la que piden esté presente el gobernador de la provincia de Esmeraldas, Lenin Lara Ribadeneira, para tratar los problemas que se han suscitado los últimos días en la comunidad como el incremento de la ola de criminalidad, el déficit de policías y vehículos para que los gendarmes patrullen la zona.
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