miércoles, 14 de marzo de 2012

En Esmeraldas, triple crimen habría sido cometido por familiar

EL UNIVERSO Manuel Toro | ESMERALDAS
Seis menores, hijos de Johnny Jama, de 34 años, y María de Jesús Rodríguez, de 35; vivieron momentos de terror durante tres días, en que convivieron con los cadáveres de sus padres y de su hermano mayor, de apenas 15 años, que fueron salvajemente asesinados a machetazos, al parecer por un pariente cercano con el que mantenían un problema por tierras.

El triple asesinato, según los datos entregados por familiares de las víctimas, ocurrió la tarde del pasado viernes, después que el padre de la familia se había dedicado a beber con su verdugo, con quien emprendió viaje de Majua a la propiedad de la familia en la isla San Juan, en el sitio Dógola, frontera entre los cantones Esmeraldas, Quinindé y Río Verde.

En el trayecto, el asesino mató a machetazos a Jama y luego habría llegado a la casa de este donde halló a María de Jesús Rodríguez, a quien le pidió ayude para bajar del caballo a su esposo, quien supuestamente se encontraba borracho.

Aparentemente cuando la mujer acudió a ayudarlo fue asesinada a machetazos. Pero sus gritos fueron escuchados por sus hijos y al instante Fabricio Jama, de 15 años, el mayor de los siete hermanos, salió de la casa para ayudarla, pero también fue atacado a machete.

El menor logró arrastrarse hasta la casa y se refugió en el lugar donde minutos después murió delante de sus seis hermanos, el mayor de 13 años y el menor de apenas 2. En el lugar, el de 13 años se armó de una escopeta y se dispuso a defender con su vida a sus hermanitos.

Por la noche del viernes, el valeroso niño sacó de la casa el cuerpo de su hermano muerto y se encerró nuevamente en la habitación armado con la escopeta. Así estuvieron hasta el lunes cerca de las 14:00 cuando habitantes de la Isla San Juan, Majua y Dógola, junto con la policía llegaron supuestamente para rescatar nueve cadáveres.

Horas antes, Antonio Jama Solórzano, hermano de Johnny, había acudido al lugar para realizar una cosecha de cacao cuando halló los cuerpos. Pensando que toda la familia había sido asesinada avisó a la Policía en Majua y luego desde Viche se organizó una expedición con decenas de personas.

Cuerpos a la intemperie
Los cuerpos, que estuvieron expuestos a la lluvia y el sol durante tres días, fueron encontrados en completo estado de descomposición y presa de las aves de rapiña. Un familiar cercano de los fallecidos dijo que se halló una nota del presunto criminal (sería un sobrino de Johnny Jama) que amenazaba a la familia si lo denunciaban por haber matado a sus rivales.

Los cadáveres de los esposos estaban a unos 100 metros de la casa, mientras que el cuerpo del hijo de ambos se encontraba a 40 metros. “Sabemos quién los mató. Es nuestro sobrino. Él estaba bebiendo con mi hermano y lo mató; luego fue a llamar a la esposa diciéndole que lo ayude a bajar del caballo que estaba borracho y ahí también la mató a ella”, comentó un familiar que prefirió no identificarse.

“Mis sobrinos dicen que ellos sacaron el cuerpo de Fabricio del interior de la casa, que él había llegado vivo al sitio, pero muy malherido y sangrando, y que murió algunos minutos después; y cuando empezó a emanar malos olores, ellos lo sacaron de la casa porque tenían miedo de salir”, agregó.

Para llegar al lugar hay que cruzar el río Esmeraldas en una gabarra hasta la Isla San Juan. El lugar es muy apartado y hay una carretera carrozable donde se puede avanzar en vehículos otros 9 km. La finca donde ocurrió la masacre está a 3 km montaña adentro, con caminos lodosos por las lluvias donde en ocasiones hasta para la Policía era difícil avanzar. Pero llegó con el fiscal Johnny Bedoya Medina, quien hizo el levantamiento de los cadáveres.

Colonos del lugar ayudaron a la policía a sacar los cuerpos desde el lugar y llevarlos a la morgue del cementerio de Esmeraldas, de donde fueron retirados ayer y llevados otra vez hasta Majua. Enseguida fueron sepultados por su avanzado estado de descomposición.

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