El ex prefecto, el abandonderado de la lucha de la cantonización de La Concordia a favor de Esmeraldas, murió en esta ciudad. Jorge Chiriboga Guerrero se encontraba enfermo y falleció en horas de la noche de ayer.
JORGE CHIRIBOGA GUERRERO
GUERRILLERO.- Nació en la parroquia Chinca, Cantón Esmeraldas, el 24 de Junio de l.925 y fueron sus padres legítimos Segundo Chiriboga Ramírez, agricultor de medianos recursos que profesaba una gran admiración por el General Alfaro, tenía una filosofía natural, era muy sentencioso y entre otras cosas solía decir: El hombre puede meter la pata siempre pero las manos nunca En su pequeña finca cultivaba tagua, cacao y tenía unas cuantas cabezas de ganado, y Luz Maria Guerrero Morales, ambos esmeraldeños. Fueron sus abuelos paternos Salvador Chiriboga natural de Riobamba y dueño de la hacienda Chula en la parroquia Chinca y Carmen Ramírez, natural de San Lorenzo.
El mayor de una familia compuesta de diez hermanos. Sus primeros años pasó bajo los cuidados de su madre y en 1.931 la familia se instaló en Esmeraldas acosados por la crisis mundial a vivir en la casa que alquilaba su abuela Carmen Ramírez en la Sucre y Manuela Cañizares, propiedad de Casimiro Klinger. De siete años asistió a la escuela fiscal Juan Montalvo y tuvo de profesor a Elena Campaín, Acniza Zatizabal y a Leonidas Grueso, que por sus ideas izquierdistas fue cancelado por el régimen del Presidente Arroyo del Río en 1.942, conjuntamente con Kruger Carrión y con Homero Chiriboga Guerrero, y murió al poco tiempo en la miseria.
En 1.940 inició la secundaria en recién fundado Colegio Cinco de Agosto y fue un buen alumno. Jugaba futbol en el equipo del Colegio y como la economía de la provincia se había deteriorado vivían en casa de su tío el Escribano Ramón Chiriboga Ramírez, conocido como el Maestro por su cultura, ya que era periodista, dominaba el dialecto Cayapa, ayudaba a esa tribu y aconsejaba y compartía lo poco que tenía con el pueblo.
Su padre comerciaba en caucho, comprando directamente a los campesinos y revendiendo en Esmeraldas, pero siendo la familia tan numerosa su madre también tuvo que trabajar y puso un kiosko de venta de refrescos y baratijas en el Malecón y Salinas.
En Octubre del 43 pasó con una beca a estudiar al Mejía de Quito, haciendose notar enseguida pues el primer día de su llegada trotó dos vueltas y media en el estadio y casi se ahogó por el esfuerzo. Su amigo Julito Jaime le subarrendaba un cuarto. Varios profesores eran de ideas izquierdistas y pronto se vio formando parte de la Juventud Socialista que lideraban Manuel Agustín Aguirre, Laura Almeida y Telmo Hidalgo. Las reuniones se celebraban una vez a la semana en casa de este último. El 44 dirigió la huelga que duró siete días en protesta contra los abusos del gobierno y tras la revolución del 28 de Mayo concurrió al recibimiento de Velasco Ibarra en la plaza de la Independencia.
Desde el 46 vivió en casa de Gonzalo Marmolejo Morales medio hermano de su madre, trabajando en Tulúa como peón arrocero con cinco pesos de salario al día. El 47 conoció al líder liberal Jorge Eliécer Gaitan durante su gira electoral por el territorio de esa nación. El 48 le llamó su padre para que le ayude en la finca de Chula que originalmente tenía 400 hectáreas de extensión.
Sembró cien hectáreas de banano y cincuenta de pasto con un préstamo del Banco Nacional de Fomento, en la zona detrás del río que todavía les pertenecía. Al mismo tiempo organizaba a los productores y trabajadores del banano generandose conflictos de índole laboral con la compañía exportadora Astral S. A., que empezó a negarle los cupos para que desista de estas actividades. Finalmente en 1.962 tuvo que vender sus sembríos a Thomas O`Rourke y canceló su deuda en el Banco de Fomento.
En Diciembre del 52 casó con la Profesora normalista Genith Mosquera Díaz y tuvieron seis hijos. Primero habitaron en el barrio caliente, pero el 66 empezó la construcción de una casa de cemento en la Delgadillo y Olmedo con un préstamo a la Mutualista Vargas Torres y demoró diez años en terminarla.
Participaba activamente en la política lugareña formando filas en el Socialismo con Roberto Luís Cervantes, Simón Pacheco Perdomo, Milton Jijón Saavedra, Julio Estupiñan Tello y Alejandro Montalvo Reyes, Javier Cárdenas, Santiago Dumas Ortiz y Luís Balanzátegui entre otros.
En la década de los años 50 el socialismo ecuatoriano estaba dividido en dos grupos, unos seguían a Manuel Agustín Aguirre y otros a Gonzalo Oleas Zambrano. En Esmeraldas Jorge Chiriboga lideraba a los primeros y Julio Estupiñan Tello a los segundos.
El 53, dada su popularidad entre el pueblo, el Comandante Roberto Luis Cervantes lo puso de concejal suplente en la lista del Socialismo y salió electo. En la sesión inaugural Cervantes hizo colocar una silla a su lado para que Chiriboga tome asiento. Un Concejal liberal, bastante tonto y deslenguado, dijo: Hay que hacer obra aunque sea robando.... Al escuchar tamaña lisura Cervantes le gritó ¡Oiga Ud. majadero¡ Le prohibo decir eso. Así fue como se iniciaron los roces con los concejales liberales y fue tan fuerte la oposición que éstos hicieron, que volvieron a producirse en Esmeraldas las persecuciones políticas. El Ministro de Gobierno Camilo Ponce Enríquez se dedicó a la ingrata tarea de dictar órdenes de prisión contra conocidos elementos políticos y menudearon las cancelaciones de maestros, lo cual se tradujo en un hondo malestar cívico.
El 6 de Julio del 54 la policía cerró las calles aledañas al Palacio Municipal y desalojó a los funcionarios y empleados, al Alcalde y sus Concejales. El abuso de fuerza se completo con la aceptación de las renuncias del Alcalde y sus concejales leales previo agradecimiento por la labor cumplida, patraña que permitió a los Concejales liberales de oposición elegir como nuevo Alcalde al Dr. Rómulo Salas Pazmiño, que se prestó por afán de figuración, reorganizando a su arbitrio la Municipalidad. El escándalo fue nacional pero nada se pudo hacer pues en Guayaquil acababa de suceder lo mismo con el Alcalde Rafael Mendoza Avilés; empero, el 55, los socialistas desalojaron del Concejo de Esmeraldas a los miembros nuevos, que tuvieron que irse a sus casas. Mientras tanto crecía su influencia sobre el pueblo, sobre todo sobre los estibadores de banano, que tenía organizados en un Sindicato muy poderoso.
El 56 fue partidario del Dr. Raúl Clemente Huerta durante la campaña presidencial en la que triunfó Ponce Enríquez. El 57 salió electo Concejal en la lista encabezada por Tiberio Patiño y fue designado Vicepresidente de la corporación municipal. El 58 ocurrió el inusitado caso que los socialistas se aliaron con los liberales y presentaron una sola Lista para Diputados, saliendo electos Julio Estupiñan Tello, Milton Jijón Montalvo, Roberto Luis Cervantes y Jorge Chiriboga Guerrero por los socialistas y Julio Plaza Ledesma y otros por los liberales, con el ochenta por ciento del total del electorado.
En el Congreso realizaron una oposición frontal al régimen y quizá por eso, cuando trataron de obtener el Decreto para la creación del puerto de Esmeraldas no lo consiguieron, a pesar de que por estar ubicada Esmeraldas más próxima que Guayaquil al canal de Panamá, resultaban los fletes más convenientes. La situación económica de la provincia había desmejorado mucho por la competencia del banano de El Oro y la aparición de la plaga de la Sigatoka negra en la hacienda San José ubicada en la zona de Quinindé, propiedad de la compañía Astral, de manera que la población esmeraldeña pasaba duros momentos.
En 1.960 la Alianza anticonservadora lanzó su candidatura a la alcaldía de Esmeraldas y ganó ampliamente al opositor Rómulo Salas Pazmiño. Posesionado en el cargo, con el padre Prías convocó a una Asamblea, la mayor que se ha realizado en Esmeraldas, a fin de presionar al Presidente Velasco Ibarra para que dicte el decreto de creación del puerto, pues este se negaba a hacerlo obedeciendo a egoísmos absurdos de la oligarquía de Guayaquil, que creía que Esmeraldas representaba un peligro para sus intereses, lo cual es verdad, pero si se analiza que el costo del transporte terrestre también incide en los precios, debieron los guayaquileños pensar que la producción de banano de las zonas de Quevedo y Santo Domingo debe salir por Esmeraldas, mientras la restante por Guayaquil y Puerto Bolívar.
Como Alcalde se dio cuenta que la ciudad de Esmeraldas estaba rodeada por potreros, llanos y lomas cercados con alambrada de púas. Los habitantes necesitaban terrenos para construir sus moradas, había gente que dormía en los portales por no tener donde ir. Así fue como se le ocurrió organizar la Federación de barrios, los miembros se reunían en el sector de la Platanera. Poco después consiguió la dotación de un sistema nuevo, mejor y más barato, de agua potable, mediante su extracción de los pozos fabricados frente a la Isla Prado de propiedad de Luis Prado Viteri. Estos trabajos habían sido iniciados en la administración de Tiberio Patiño. Enseguida apoyó la invasión de la isla Prado con las tierras ubicadas frente al Hospital propiedad de César Alberto Henríques Estupiñan pero como no fue suficiente, declaró la expropiación de cien hectáreas de terreno - en el sector de la actual calle Delgadillo para arriba - perteneciente a la hacienda Potosí de Humberto Trujillo Gutiérrez que vivía en Guayaquil, pero éste le mandó a ofrecer cincuenta hectáreas para que no lleve a cabo el proyecto. Chiriboga le contestó reuniendo al Concejo y disponiendo la expropiación de doscientas en vez de las cien hectáreas y junto al pueblo procedió a sacar las alambradas de púas que rodeaban a la ciudad. Finalmente en un período de dos años aumentó la cantidad de tierra expropiada a mil doscientas hectáreas, con lo cual la población respiró, pues ya contaba con suficientes terrenos para su expansión a futuro.
A Folke Anderson le expropió un lote por el cementerio y a Pedro Tello por el sector de Santa Vaina. El pueblo le apoyaba y los propietarios le enviaban amenazas de muerte, lo que no le importaba en lo absoluto porque tenía de su parte a la gran mayoría poblacional y se sentía seguro de lo que estaba haciendo. Las tierras eran vendidas por la Municipalidad a precio del catastro que era muy bajo, de suerte que se perfeccionó el traslado de dominio de pocas a muchas manos con notable justicia social. Desde entonces se le conoce con el apelativo de “El Comandante” que acepta orgullosamente por la labor cumplida, aunque Marcel Pérez Estupiñán en su Historia de Esmeraldas dice que la toma de los terrenos se realizó desordenadamente, lo cual también es verdad, pero ¿Qué se podía hacer frente a un pueblo sojuzgado y tan necesitado de espacios?
En Marzo del 6l, estando reunida la Asamblea de Alcaldes en Quito, el Presidente Velasco Ibarra se dejó llevar por un improntus y disolvió al Parlamento. Los Alcaldes concurrieron a protestar a una radio y hablaron los dos Chiriboga, el de Riobamba y el de Esmeraldas. Al día siguiente, caído Velasco Ibarra, ascendió a la primera magistratura el Vicepresidente Carlos Julio Arosemena Monroy. En Julio, aniversario del asalto al Cuartel Moncada, concurrió invitado por el Instituto Cubano - ecuatoriano a La Habana y el 26, día del VIII aniversario, fue presentado a Fidel Castro, quien le estrechó emocionadamente la mano.
En Agosto del 62 concluyó su periodo y se dedicó de lleno a dirigir a los grupos campesinos que luchaban por la liberación económica del proletariado invadiendo las haciendas descuidadas - sin producir durante muchos años - por culpa de la inercia de sus dueños. Fue una época de grandes realizaciones, los montubios del litoral vivían en condiciones infrahumanas bajo el yugo feudal de los propietarios que solo se preocupaban de cobrar los alquileres. En estas acciones se adelantó con dos años a la Reforma Agraria impuesta el 64, en plena dictadura militar por orden de la Secretaría de Estado de los Estados Unidos que maniobraba en el Ecuador a través del Punto IV y Galo Plaza Lasso, pero solo fue una pálida reforma, no porque los gringos simpatizaran con los terratenientes a quienes ni siquiera conocían, sino porque se aplicó a medias debido a las múltiples influencias de los propietarios con las corruptas autoridades militares, sobre todo en la sierra, lo que a la postre fue causa de numerosos conflictos y por ello esta reforma ha sido considerada en la historia nacional como insuficiente.
El 11 de Julio de 1.963, mientras se encontraba con su esposa en una misión dentro de la zona de Quinindé, se producía en Quito la caída del presidente Arosemena Monroy y la instauración de una Junta Militar de Gobierno encabezada por el esmeraldeño Ramón Castro Jijón, sujeto anodino por inculto y por bebedor de tragos baratos. Entonces tuvieron que internarse en la montaña con un compañero que hizo de guía y tras muchas penurias salieron por Tumaco en Colombia, donde permanecieron varios meses. Castro Jijón intentó apresarlo utilizando a la policía colombiana, pero Chiriboga logró huir a tiempo de la casa de un amigo de apellido Valencia en la que permanecía escondido y fugó hacia Buenaventura donde tiene parientes, mientras su esposa regresaba a Esmeraldas.
Tres meses más tarde, pensando que ya nada existía en su contra, ingresó subrepticiamente al Ecuador y se escondió en la finca de un amigo en Tabiaso, pero con motivo de una visita a los suyos en Esmeraldas fue descubierto y le condujeron detenido al Panóptico en Quito, allí encontró a Pedro Saad, a Enrique Gil Gilbert, a Manuel Agustín Aguirre, a Telmo Hidalgo y a otros líderes de ideas izquierdistas. Castro Jijón cometió la felonía de ordenar su asesinato para lo cual los guardias del penal lo torturaron a golpes, luego le lanzaron con los ojos vendados por una escalera de cemento, pero como en la caída logró poner las manos hacia delante, salvó la vida aunque sufrió gravísimas contusiones y la fractura de la quinta vértebra lumbar. Paralizadas la pierna izquierda y la mano derecha quedó más de una hora en el suelo, de donde lo recogieron manos amigas. Acostado en su celda permaneció inmóvil por varios días hasta que sus compañeros consiguieron que lo examine un médico, que no le diagnosticó ninguna mejoría.
Mientras tanto las agrupaciones obreras del país se hacían eco de la noticia, sobre todo los estibadores de banano, que amenazaron con una huelga nacional, exigiendo su inmediata excarcelación. El torpe Dictador se dio por satisfecho pensando que Chiriboga quedaría lisiado de por vida y en Junio del 64 dispuso su destierro, tras siete meses de dolorosa prisión.
Ocurrió por entonces un caso insólito, que bien pudiera llamarse de solidaridad continental, porque el partido Socialista de México le llamó a ese país para enviarle a curar a La Habana, vía Ottawa, Paris, Moscú, La Habana, porque los Estados Unidos -en uso y abuso de fuerza - había bloqueado las rutas internacionales directas.
En el hospital Hermanos Ameijeiras de la Habana, ubicado en la calle de San Lázaro, estuvo asilado hasta finales del 64 haciendo diversos ejercicios pero como no se recuperaba lo suficiente fue pasado al Hospital de terapia y rehabilitación de Praga, allí le aplicaron otro tratamiento y finalmente alcanzó una notable mejoría.
A principios del 66 decidió volver a Esmeraldas, tomó un vuelo Praga, Madrid, Bogotá y por tierra arribó a Ipiales, siguió a Quito, Guayaquil y finalmente a su casa en Esmeraldas, pero los pesquisas lo sacaron malamente una noche y de nuevo fue a parar al Panóptico sin formula de juicio porque jamás nadie le levantó cargo alguno y allí habría permanecido por tiempo indefinido, pero en Marzo del 63 se levantó el pueblo contra los dictadores, cubriendoles de ignominia, en Marzo de ese año.
Chiriboga recuerda que los presos del Panóptico rompieron las puertas del penal y salieron libremente dando vivas a la libertad sin que los guardias se atrevieran a detenerlos. El pueblo les vitoreaba en las calles y Jaime Galarza Zavala lanzó un discurso inflamado del más puro patriotismo, luego cada cual tomó su portante y se fue a la casa de algún pariente o amigo a gozar de la libertad que proporcionan las democracias.
A los dos días fue recibido apoteósicamente en una espontánea manifestación de pueblo en el parque infantil de Esmeraldas y como le dijeran que Castro Jijón se hallaba escondido en la hacienda Victoria de Jorge Campaín, fue a buscarlo en compañía de tres compañeros armados de fusiles, pero el ex dictador - comprendiendo que no se encontraba suficientemente seguro - corrió presuroso hacia Tabiaso y poco después fugaba con destino desconocido, huyendo de la vindicta popular. (1)
En 1.967 sucedió uno de los episodios más vergonzosos de la historia de Esmeraldas. Los Socialistas Revolucionarios de Esmeraldas conformaron la Unidad Democrática Popular UDP lanzaron su candidatura para Alcalde. Realizadas las elecciones los liberales apoyados por el Presidente Otto Arosemena Gómez hicieron fraude electoral y lograron elegir a su candidato Rómulo Salas con una mínima diferencia de 23 votos.
En 1.968 el socialismo lanzó su candidatura para Diputado, el partido CID del gobierno fue derrotado, salió electo con el Dr. Conto Patiño Martínez y concurrió al Congreso por segunda ocasión.
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