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La Intendenta de Policía de Esmeraldas suspendió de manera indefinida las rifas y sorteos que se realizaban en cinco cantones de la provincia.
Esto, tras conocer varias denuncias de presuntos perjudicados, a quienes no se les entregaban los premios.
Otras de las irregularidades es que las rifas se vendían a menores de edad y de que detrás de los sorteos estaban personas con antecedentes delictivos.
Las rifas, que tenían un costo de 0,25 centavos de dólares, eran vendidas en los cantones Atacames, Quinindé, Esmeraldas, San Lorenzo y La Concordia.
El intendente César Cortez dejó entrever que las rifas puedan estar siendo utilizadas para el lavado de dinero proveniente del narcotráfico u otros hechos ilícitos.
“Estamos requiriendo hacer un análisis previo para a futuro ver si es conveniente o no dar las respectivas autorizaciones”, explicó.
Las más de 100 personas que se dedicaban a la venta de los boletos, entre las que se encuentran un buen número de colombianos que residen en esta provincia en calidad de refugiados, cuestionaron la medida puesto que esa actividad es su única fuente de ingresos.
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