El desabastecimiento se siente con fuerza en la capital y en varias provincias del país, especialmente en las fronterizas con Colombia donde su venta es limitada.
El Ministerio de Recursos No Renovables informó que existe retraso en la entrega del producto que llega a la terminal de Pascuales, en la provincia de Guayas, donde lo reciben los distribuidores.
Carlos Loor, director de la Agencia de control de Hidrocarburos, mencionó que el gas importado que arribó al país la semana pasada demora alrededor de 26 horas en movilizarlo desde Punta Arenas hasta Guayaquil y, desde ahí, otras 14 horas para llegar a Quito.
Sin embargo, la situación no se normalizará sino hasta cuando esté lista la planta procesadora de gas en la Refinería de Esmeraldas, desde donde se distribuye el producto al norte del país.
Loor acotó que se espera que entre el 9 y 11 de octubre se tengan inventarios operativos en las envasadoras.
En la distribuidora de gas de la zona de Carcelén, norte de la capital, son ya comunes las largas filas de camiones y vehículos en busca de una tanque. Según dijo Oswaldo Muñoz, encargado de la distribuidora, actualmente se está dando turno a cada mayorista para que vayan sacando el producto de a poco, pero por el momento no hay gas.
A su vez, los transportistas descartan que la escasez sea su responsabilidad pues sotiene que ahora les entregan menos del cupo habitual e incluso pasando un día.
No obstante, hay usuarios que se quejan de este servicio. Una mujer que prefirió el anonimato mencionó que hay camionetas que vendían el tanque a domicilio a 2.5 dólares, pero ahora intentan cobrar un dólar más.
Las autoridades de hidrocarburos anunciaron sanciones contra quienes intenta lucrar por el desabastecimiento e incluso se analiza el retorno de las plataformas para la venta directa de gas al público.
No hay comentarios:
Publicar un comentario