Manuel Toro | QUININDÉ, Esmeraldas
La hipótesis de que se trata de una guerra entre dos bandas delincuenciales que tienen su base de operaciones en la zona rural de las poblaciones de Quinindé y La Concordia está siendo investigada por miembros de Inteligencia de la Policía, según explicó el capitán Marco Erazo, jefe de la Policía Judicial de Quinindé.
La noche de la balacera, dos cadáveres ingresaron a la sala de emergencias del hospital Padre Alberto Buffoni, de esta localidad: uno de ellos, el del niño Dorian Stil Chango Tarira; y el otro, el supuesto cabecilla de la banda denominado Celsito.
Hasta esa casa de salud llegaron los familiares de Celsito y se llevaron el cadáver a la fuerza hasta la parroquia Malimpia, a diez minutos de la ciudad de Quinindé, donde realizaron el velatorio y se lo sepultó, sin que se le realice la autopsia.
El lunes en la tarde se reunió en el Municipio el Consejo de Seguridad cantonal para analizar los hechos ocurridos el domingo. Manuel Casanova, alcalde de Quinindé (PAIS), reveló que existe preocupación en la ciudadanía, por lo que solicitaron al gobernador de Esmeraldas se disponga patrullaje militar en las calles.
Para el próximo 17 de agosto se convocó a los ciudadanos de Quinindé a una caminata y a un festival por la paz, como una forma de rechazar la violencia que se registra en este cantón, donde se han reportado 36 asesinatos en lo que va del año.
El Consejo de Seguridad Ciudadana resolvió rechazar los asesinatos y solidarizarse con los familiares de los fallecidos.
También se acordó enviar una carta al Ministro del Interior para denunciar los hechos del domingo y solicitar acciones urgentes para garantizar la seguridad de los habitantes.
Además se analiza crear una línea gratuita 1800-Denuncia, donde los ciudadanos puedan denunciar de manera anónima a los integrantes de las bandas delincuenciales que mantienen en zozobra a Quinindé, La Unión y La Concordia.
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