Las fotos del niño de seis años de edad quien murió junto a otras personas en la balacera en Quinindé (Esmeraldas), hace dos semanas, fueron ubicadas junto a flores y globos blancos en el parque principal de Rosa Zárate.
Su madre, Jessica Tarira, aún tenía las vendas en su pierna izquierda en donde recibió un impacto de proyectil. “Solo exigo justicia y no quiero que la muerte de mi niño quede en la impunidad”, dijo mientras salían lágrimas de sus ojos.
Esta balacera, y las muertes violentas de unas 60 personas desde junio de 2010 hasta la fecha, motivo a los quinindeños, a realizar una marcha contra la inseguridad y por la paz. El desfile se inició a las 10:00 de ayer y culminó en el parque central, ubicado frente al Municipio.
En ese lugar, el alcalde Manuel Casanova, demando el incremento de policías y patrulleros. “Quinindé tiene 170 gendarmes para una población de 150 mil habitantes dispersos en 500 comunidades de cuatro parroquias rurales y una urbana”, enfatizó.
La falta de policías motivó a los habitantes del recinto Zapallo, a realizar un paro el lunes, en reclamo de seguridad luego que una anciana fuera asesinada hace dos semanas por delincuentes, por robarle $1 000 en su vivienda.
A esto se suma el asesinato y abuso sexual a una niña de 9 años de edad, encontrada flotando su cadáver y sin ojos, en el río Guayabamba, ayer. El índice de delitos se incrementó desde hace dos meses en Quinindé, así lo reconoce Byron Fernández, comandante cantonal de la Policía.
Con relación a la balacera en la que murieron cuatro personas, entre ellos dos policías y (a) “Celsito”, líder de unas bandas delictivas, el jefe policial, aseguró que es por rivalidad de hampones que operan entre Quinindé y La Concordia.
“Todos conocen quienes son pero hay temor de denunciarlos y eso dificulta continuar con las investigaciones, aunque tenemos pistas pero son reservadas entre la Fiscalía y la PJ”, sostuvo. A este reclamo se unieron también los familiares de una alumna del colegio fiscomisional Juan XIII, secuestrada desde hace dos semanas.
Moradores del varios recintos, denunciaron también al gobernador Lenin Lara, que participó en esta marcha, el funcionamiento y venta de licor y droga en las parroquias rurales.
El Comité de Seguridad Ciudadana de Quinindé, además pidió al Ministerio del Interior, un sistema integrado de comunicación, los operativos combinados con FFAA y Policía, que se realizan en diferentes lugares.
Se gestiona además con el CNT una línea para recepción de denuncias y el alcalde Casanova ofreció donar tres motocicletas a la policía de Quinindé. Mientras en el lugar donde ocurrió el incidente, su propietaria abrió las puertas del restaurante donde se vende pescado frito.(JLF)
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