DIARIO EXTRA
Un tradicional puesto de comidas, localizado en el barrio La Puntilla, en las calles Simón Plata Torres y Maclovio Velasco, se convirtió en un campo de batalla la noche del domingo, cuando cuatro sicarios fuertemente armados abrieron fuego contra todos los comensales y mataron a cuatro personas.
Este lugar, conocido por la venta del delicioso pescado frito con arroz y menestra, está ubicado a escasos 200 metros del Comando de Policía de Quinindé. A las 20:05, el lugar estaba repleto de gente que disfrutaba de esta delicia cuando llegó un vehículo, del cual se bajaron los sujetos con armas en sus manos.
La balacera duró varios segundos y después los matones escaparon del sitio tan rápidamente como llegaron. La confusión reinó cuando aparecieron los primeros heridos dispersos en la calle. Personal del Cuerpo de Bomberos y los vecinos del sector trasladaron a los afectados hasta la sala de emergencias del hospital Padre Alberto Buffonni, de Quinindé. Inmediatamente se activaron las alarmas para ayudar al traslado de los heridos a otras ciudades y por la gravedad del caso fue necesaria la intervención de las ambulancias del Patronato y carros particulares.
Sin embargo, cuatro personas, entre ellas dos policías, fallecieron en el tiroteo. Se trata de los cabos Carlos Poma, quien se encontraba de servicio en el UPC de la parroquia Malimpia y su cadáver fue trasladado al cantón manabita de El Carmen, y Alexander Miguel Rodríguez Rosales, de 28 años, quien prestaba sus servicios en Mompiche, provincia de Esmeraldas. Su cuerpo es velado en el barrio Bellavista de ese cantón y será sepultado hoy.
Entre las víctimas mortales también se encuentra un niño de 6 años, quien recibió un impacto de un proyectil en la parte frontal de su cabeza. La inocente víctima fue velada en su domicilio, ubicado en la calle Nueve de Octubre y Maclovio Velasco. Su madre, Jéssica Carmen Tarira Arroyo, de 34 años, presentaba un balazo en su pierna derecha y fue atendida en el hospital de este cantón.
Carlos Castillo Rentería, de 23 años, también resultó herido con dos disparos en sus piernas y se encuentra fuera de peligro en la clínica San Agustín.
En Santo Domingo de los Tsáchilas fue internado en la Clínica Hospital Santiago Pablo César Castillo Bravo, quien tiene resguardo policial para garantizar su integridad personal.
La otra persona fallecida fue identificada como Celsito y aún se desconocen sus verdaderos nombres.
En el lugar de la tragedia una motocicleta color negro, marca Suzuki, sin placa; un vehículo tipo camioneta, doble cabina, color rojo, marca Mazda, de placa JBC-349; y aproximadamente 80 vainas percudidas que fueron recolectadas por personal de Criminalística de Esmeraldas.
La Policía realizó un operativo para ubicar el automotor, mientras que el personal de los grupos GEMA y Golfo allanaron varios domicilios aledaños al lugar, luego de que varios moradores manifestaran que dos de los causantes de este hecho delictivo ingresaron en una casa. Sin embargo, los uniformados no los encontraron.
El médico legista de Santo Domingo, Franklin Villares, fue el encargado de realizar la autopsia a los dos miembros de la Policía.
Este hecho de sangre mantiene consternados a los habitantes de Quinindé. Un caso similar ocurrió en la parroquia La Unión hace pocos días, en donde ráfagas de fusil y subametralladoras mataron a una persona e hirieron a tres.
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