domingo, 7 de agosto de 2011

‘Le pedí a Dios que me salvara’

LA HORA ESMERALDAS

El recuerdo de la tragedia quedó grabado en la mente de Senén Castillo Cortez para toda su vida; nunca olvidará esos momentos donde vio la muerte muy cerca y sobre todo ratificar su fe en Dios.

Senén Castillo Cortez, de 55 años de edad, pescador que sobrevivió al naufragio de una lancha que transportaba 4.000 libras de pescado albacora desde Tumaco, Colombia a Esmeraldas, afirma que una vez que vio morir a sus dos compañeros le pidió a Dios que lo salvara y se entregaría a él.

Derqui Requené Mercado y Gelio Ernesto Quiñónez Mejía, dos comerciantes de mariscos fueron las víctimas fatales de la desgracia que ocurrió en ‘Cabo Manglar’, frontera marítima entre Colombia y Ecuador, después de permanecer 39 horas en el mar.

Salieron desde Esmeraldas

Castillo Cortez dijo que el viernes 29 de julio de 2011, en la fibra ‘Dios me Guía’, salió desde el Puerto Pesquero de Esmeraldas hacia Tumaco, a donde llegaron el sábado 30 de julio y cargaron la embarcación con las 4.000 libras de pescado para traer a Esmeraldas.

El lunes 1 de agosto, a las 20:00, mientras los tres pescadores retornaban a Esmeraldas, en el sector ‘Cabo Manglar’, después de tres horas de viaje se acabó la gasolina de la poma que venía conectada al motor.

Al parecer, por el exceso de carga, al apagarse el motor la embarcación empezó a clavarse en el agua por la parte delantera y en cuestión de minutos se hundió sin que nada pudieran hacer los tres ocupantes de la fibra.

Aferrados a la vida

Lo único que lograron hacer fue aferrarse a las pomas de combustible que flotaban y se quedaron encima de ellas, hasta que alguien los rescatara, pero eso no sucedió; solo a lo lejos veían la costa hasta donde les fue imposible llegar, porque estaban sin fuerzas.

El martes 2 de agosto, después de 12 horas de naufragio, los tres amigos seguían vivos, entre ellos conversaban para darse ánimo y no pensar en que iban a morir lejos de sus seres queridos. Pero se hizo la noche y nadie los rescató.

La madrugada del miércoles 3 de agosto, Gelio Ernesto Quiñónez Mejía empezó a quejarse y por los estragos de no ingerir alimentos ni agua que le causó un grave deshidratación, a las 04:00 lamentablemente murió.

Lloró por amigos

Los dos sobrevivientes, hasta ese rato, amarraron el cadáver con un cabo a las pomas, pero el cuerpo quedó hundido en el agua. Serían las 07:00 cuando Derqui Requené Mercado, también murió.
“Me dijo que tenía mucha hambre y sed y que nos fuéramos juntos, lo abracé, lo subí en mis piernas, pero él me sujetó por el cuello y nos hundimos, cuando salimos a flote lo volví a sujetar y ahí hizo la cabeza hacia atrás y murió”, narró el sobreviviente.
Afirma que lloró por la muerte de sus dos amigos, mientras rezaba pidiéndole a Dios que lo salvara e incluso le prometió que se entregaría a él; después de las plegarias del pescador apareció la lancha que lo rescató y fue llevado a Tumaco.


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