martes, 9 de agosto de 2011

Cuatro muertos, entre ellos un niño y dos policías, durante una balacera

EL UNIVERSO
Manuel Toro | QUININDÉ, ESMERALDAS

Todos lo comentan en voz baja en Quinindé. Al parecer un enfrentamiento entre los integrantes de dos bandas ocasionó la balacera del pasado domingo que dejó como saldo cuatro muertos, entre ellos un niño de 6 años y dos policías que estaban comiendo en un restaurante ubicado a dos cuadras del comando policial de ese cantón.

La versión oficial entregada por el capitán Marco Erazo, jefe de la Policía Judicial de Quinindé, indica que se usaron armas automáticas, pero no confirmó que se trate de un enfrentamiento entre bandas rivales, aunque dijo que “se manejan varias hipótesis que están siendo investigadas”.

La Policía reportó oficialmente tres muertos, pero los testigos del hecho y moradores de la zona confirman que son cuatro, incluso, el mismo capitán Marco Erazo dijo que agentes de Inteligencia estaban investigando la identidad del cuarto fallecido, quien fue llevado por sus familiares hasta la parroquia Malimpia, en la zona rural del cantón Quinindé.

La Policía reportó que cuatro sujetos no identificados que se movilizaban en una camioneta llegaron hasta las afueras de un comedor ubicado en la avenida Simón Plata Torres y Maclovio Velasco, a dos cuadras del Municipio y del Comando de Policía, y abrieron fuego contra los que estaban en el local.

Según el parte policial, el hecho se produjo a las 20:30 y entre los comensales del local se encontraban el cabo de policía Carlos Poma Álava, de 28 años, y el policía Alexander Rodríguez Rosales, de la misma edad, quienes murieron baleados.

Aunque la Policía no tiene una versión sobre el móvil de este hecho, testigos dicen que dentro del local se encontraba un sujeto a quienes identifican como Celso, y que presuntamente era la víctima de los sicarios, que también utilizaron una moto, pero ellos, al notar la presencia de los uniformados, abrieron fuego contra todos.
Jéssica Tarira estaba en el comedor junto con su hijo Dorian Stil Chango Tarira, de 6 años, cuando empezaron los disparos. Su hijo recibió un balazo en la cabeza y murió al instante, mientras que ella recibió un disparo en la pierna derecha.

El policía Carlos Poma presenta dos disparos, uno en la espalda, en la región lumbar, y otro en la cabeza. Su padre, Carlos Poma, pidió que su muerte sea investigada. “Mi hijo fue un policía con una hoja intachable, no tenemos idea de qué fue lo que ocurrió”, dijo.

Carlos Castillo Rentería y Pablo César Castillo Bravo también se encuentran heridos de bala y su estado de salud es estable, según la Policía.

El capitán Marco Erazo dijo que se usaron balas calibre 2-23 y 9 milímetros, y que la Policía realiza los peritajes conjuntamente con la Fiscalía.

“Lo que conocemos es que se bajaron del vehículo cuatro personas y abrieron fuego contra quienes se encontraban en el comedor, no sabemos contra quién o contra quiénes específicamente iban dirigidos los disparos”, dijo el jefe policial.

Mientras, Pedro Rodríguez, padre del policía Alexander Rodríguez, dijo que su hijo era un hombre dedicado a su trabajo y aseguró desconocer los motivos por los que fue asesinado. “Mi hijo siempre actuó de frente contra los delincuentes y no sabemos qué pasó, solamente nos llamaron la noche del domingo para decirnos que lo habían asesinado”, dijo.

Las huellas de los balazos están en las casas aledañas al comedor atacado. Gladis Ortiz habita en una vivienda continua y dijo que a los que disparaban no les importaba contra quiénes lo hacían. “En mi casa impactaron nueve balazos, felizmente mi hijo, que estaba en la moto, se dejó caer al suelo y salió ileso”, contó.

La muerte del niño Dorian Stil Chango conmocionó a los habitantes de Quinindé. El niño estudiaba en la escuela Camilo Gallego Domínguez, de Quinindé. Ayer, a las 15:00, el menor fue sepultado.

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