jueves, 28 de mayo de 2009

El aeropuerto seguirá cerrado hasta el 24 de julio






La rehabilitación del aeropuerto de Esmeraldas, que estará cerrado, al menos, por tres meses más, comienza a causar estragos. Los 78 socios de la cooperativa de taxis Cayapas, que brindan servicio de transporte desde las puertas de la terminal aérea, son los principales afectados. Esa es la opinión de Ángel Bedón, presidente de cooperativa, que por estos días está “rodando” por la ciudad junto a sus compañeros.
“Nosotros brindamos un servicio exclusivo. Nuestros taxis, que debemos renovarlos cada tres años, deben tener aire acondicionado y teléfono celular”, dice. Efectivamente, mantienen un convenio con la Dirección Nacional de Aviación Civil, que además les exige una capacitación permanente a los conductores en atención al cliente, turismo y seguridad. Con esas garantías ofrecen servicios a los viajeros, extranjeros generalmente. “Trabajamos una media de cinco horas y obtenemos ingresos con un promedio de USD 60. Pero en la ciudad, trabajando de 06:00 a 18:00, no ganamos ni USD 25”, se lamenta. Su opinión tiene sentido si se toma en cuenta que en la capital esmeraldeña hay 2 500 taxis legales circulando y un aproximado de 2 000 vehículos más entre los denominados taxis ejecutivos y piratas.
Otro sector que se siente afectado es la comunidad colombiana. Mientras dura la readecuación del aeropuerto están suspendidos los vuelos interfronterizos. La aerolínea Tame ofrecía tres desplazamientos semanales, en la ruta Esmeraldas-Cali-Esmeraldas. Para ello utiliza naves con una capacidad de 180 personas.
Según Jairo Hernández, presidente de la Asociación de Colombianos, el cierre temporal del aeropuerto General Rivadeneira, afecta básicamente a los comerciantes, empresarios y turistas de su país, que no pueden gastar mucho tiempo. “Un viaje por tierra entre Esmeraldas y Cali, que es la otra opción, requiere 24 horas frente a 30 minutos que se cubre en avión”, asegura. El viaje aéreo cuesta USD 215 ida y vuelta, mientras que para el desplazamiento por tierra se requiere de USD 50. “En muchos casos el tiempo vale oro”, aclara.
Para Carlos Santos, presidente de la Cámara de Comercio de Esmeraldas, si bien habrá afectaciones en el transporte, el turismo y el comercio la obra es necesaria. En eso coincide Katty Limones, titular del Ministerio de Turismo. Señala que mayo es una temporada baja, respecto al turismo extranjero. Y, si bien, dice, inicia el turismo escolar de la Sierra este no tiene mayor incidencia en la demanda de pasajes aéreos.
La noticia de los arreglos de la pista, del edificio de arribo de turistas, de la torre de control y la construcción del cerramientos era una noticia que se venía anunciando. Es por ello que la Dirección de Aviación Civil, al confirmar el inicio de la obra el 11 de mayo, remitió comunicaciones a todas las aerolíneas de que las operaciones aéreas estaban suspendidas en Esmeraldas.
Un tema que inquieta a los diferentes sectores productivos de la provincia, entre tanto, es el tiempo que permanecerá cerrada la terminal aérea. Los directivo de la empresa Tame colocaron un anuncio señalando que los vuelos se reanudarán el 24 de julio. Sin embargo, los directivos de la empresa Constructora Nacional aseguraron que el cambio de la carpeta asfáltica de la pista de aterrizaje, de la pista de rodaje y la vía de acceso al parqueadero durará al menos cuatro meses. Así está estipulado en el contrato. Eso si no llueve y si la Refinería de Esmeraldas entrega asfalto suficiente para ejecutar la obra, advierten

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