EL UNIVERSO
Fotos: Lewis Tenorio, Esmeraldas News.
La marcha que se realizó el jueves en Quinindé, contra la violencia y por la paz, tuvo un matiz especial.
Ese día en la mañana, familiares del comunicador social Jorge Montaño Estupiñán, de 40 años, reportero de radio Magia y miembro del departamento de Relaciones Públicas del Municipio de este cantón, denunciaron que este desapareció misteriosamente desde el pasado 4 de diciembre.
La desaparición de Montaño ocasionó la movilización del Cuerpo de Bomberos, de la Defensa Civil y de la Policía, quienes rastrearon las aguas del río Viche hasta el Esmeraldas, pues testigos dijeron que habían visto un saco teñido de sangre en un tramo de agua.
Rescatistas dieron con el saco, que contenía desperdicios, y luego continuaron con la búsqueda del comunicador sin resultados hasta el cierre de esta edición.
En la tarde, a las 16:00, se inició la marcha convocada por los familiares de las víctimas de la violencia agrupados en el Comité Unidos por la Vida.
Cientos de personas participaron, todos ellos vestidos de blanco, llevando globos y banderas del mismo color y gritando la frase: “Queremos vivir en paz”.
En la marcha, familiares de Raúl Valencia González, hermano del futbolista David Valencia, exigieron que se haga justicia.
Manifestaron que no se resignan a la pérdida de su ser querido, quien fue asesinado por un sicario el pasado 24 de noviembre, mientras se encontraba atendiendo su discoteca, ubicada en la avenida principal de Quinindé.
Valencia recibió tres disparos que le propinaron en varias partes de su cuerpo.
Como Valencia hay otras víctimas del sicariato en Quinindé. Fernando Quiñónez y Wilson Estoper también fueron asesinados y sus crímenes aún no han sido resueltos.
Los manifestantes partieron desde el Colegio Técnico Agropecuario y llegaron hasta los bajos del Municipio, ubicado a 50 metros del cuartel de la Policía de la ciudad.
Ahí, con gritos de paz, pidieron el cambio de los policías de Quinindé y que se implementen las medidas necesarias para frenar la ola de violencia. Los familiares de víctimas de sicarios, a quienes se sumaron otros que han sido afectados por otro tipo de violencia, como secuestros, robos y violaciones, dijeron que volverán a marchar hasta que la tranquilidad vuelva a este cantón.
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