martes, 2 de febrero de 2010

Esmeraldas tiene 3 zonas de riesgo


La Policía dividió a la urbe en 100 zonas para realizar operativos. Los comerciantes también apoyan con el programa Cuadra Segura, en la calle Malecón.

EL COMERCIO

La sirena de dos patrulleros, que ingresan a toda velocidad, rompe la monotonía del barrio Santa Marta 2, en Esmeraldas. Los niños corren e ingresan a sus casas, mientras los adultos salen alarmados a la calle. Nadie sabe qué sucede.

Una veintena de uniformados se despliega. Varios agentes, protegidos por sus compañeros que se colocaron en las esquinas de las calles con el dedo listo en el gatillo de sus armas, requisan a un grupo de jóvenes. Uno de ellos intenta huir, pero es detenido.

Asesinatos preocupan
En Esmeraldas, la Policía Judicial elabora un sistema de georeferenciación del delito. Son de mapas estadísticos de la delincuencia, para mejorar los operativos de seguridad.
Los operativos están dirigidos a las zonas más peligrosas, control de carreteras y centros nocturnos de Esmeraldas.
Los asesinatos también preocupan en la capital esmeraldeña. En lo que va de este año se han registrado 11 muertes violentas frente a 87 del 2009.
El robo de automóviles no se detiene en la urbe. Mientras en 2008 desaparecieron 42, el año anterior 66 y en enero ya son 5.
Un policía, con el rostro cubierto, saca del cinturón del sospechoso un arma. Es un revólver calibre 38 de fabricación nacional. Su portador y tres acompañantes son apresados.

“Necesitamos más control”, dice una mujer, quien prefiere no dar su nombre, por temor a represalias. Otros no quieren hablar. Es la tónica en la mayoría de barrios de las riberas del río, una zona urbano-marginal y de alta incidencia delictiva en la urbe.

La mujer señala que en cada uno de los cuatro barrios hay una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), con cuatro uniformados y una motocicleta. Pero, asegura que no dan resultados. Cree que el problema tiene relación con que varios policías son esmeraldeños y tienen compromisos. El malestar llegó a oídos del Comando de Policía de Esmeraldas, que alista cambios.

Por la inseguridad, ayer, se iniciaron operativos y visitas a los UPC. 40 policías recorrieron los barrios de las riberas del río. Allí se detuvo a 13 personas, por diferentes causas. Se confiscaron drogas y un revólver.

La avenida Pedro Vicente Maldonado, conocida como la calle Malecón, es una suerte de límite entre la ribera del río y el centro de Esmeraldas. Allí hay cientos de comercios protegidos con rejas. Es un sitio considerado de riesgo.

Hay arranches de aretes, teléfonos, carteras... A diario, el radiodifusor Carlos Saud pide a las autoridades más control en la zona, porque recibe denuncias.

Para Marcia Paredes, quien vive frente a la calle Malecón, en Esmeraldas, falta solidaridad de la gente. “Aquí nadie hace nada cuando a uno le roban”.

Hay pocos esfuerzos comunitarios para reducir la inseguridad. La denominada Cuadra Segura es una alianza entre los comerciantes de la calle Malecón y las autoridades. Varios tramos tienen iluminación y guardias. En esta zona, el delito más común es el robo a las personas.

En enero se reportaron 12 robos en la urbe. Pero, el delito que lidera la lista es el robo de domicilios. El mes anterior, los ladrones irrumpieron en 18 casas. Según la Policía, el 70% de este tipo de robos ocurre en el Valle de San Rafael, en el sur de Esmeraldas.

La hipotésis es que los delincuentes aprovechan la fragilidad de las casas de caña guadúa y madera de barrios como Tiwinza, 50 Casas y Cooperativa Río Teaone. Roban electrodomésticos.

Otra área considerada peligrosa es la ubicada entre el malecón de Las Palmas y la Parada 11. Allí funciona la mayoría de centros de diversión: discotecas, bares... En 2009, en ese lugar se registraron 20 de los 87 asesinatos reportados en el cantón Esmeraldas.

La Policía, que está en emergencia operativa desde el 1 de enero por el alto índice delincuencial, también tiene su estrategia. Para ello dividió a la ciudad en 10 zonas. Cada una tiene tres uniformados y un patrullero.

También se realizan operativos relámpagos. Según el mayor Enrique Bautista, jefe del operativo de ayer, los controles sorpresivos, por un lapso de 15 minutos, dan resultado. El mes pasado se apresó a 49 presuntos delincuentes. 17 siguen detenidos y 32 están libres por acción judicial.

Uno de los últimos casos, que generó polémica entre la Policía y la función Judicial fue la liberación del colombiano Gabriel V., quien fue detenido con un revólver Taurus y USD 7 986, que no justificó. El fiscal Lenin Pérez ordenó su liberación, pese a la oposición del juez Tercero de lo Penal, Oswaldo Guevara. El caso fue remitido al Ministro Fiscal General.

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