La población del cantón Rioverde, en el norte de Esmeraldas, vivió ayer un día de luto. Dos pescadores artesanales murieron cuando su lancha cargada de pescado y mariscos se hundió en altamar.
Ocurrió a la 03:00 del miércoles, a 70 millas náuticas de las costas de Esmeraldas, cerca de Tumaco (Colombia).
No fueron reportados como desaparecidos, porque las faenas de pesca suelen tardar hasta cuatro días. Salieron del Puerto Artesanal Pesquero de Esmeraldas el domingo por la tarde.
Carlos Añapa, de 41 años, fue el único sobreviviente. Ayer contó cómo se produjo la tragedia. Dijo que la lancha de fibra de vidrio se viró con el fuerte oleaje y tuvieron que amarrarse a las pomas de la gasolina para flotar. El combustible le provocó quemaduras en el cuerpo.
“Tuve que ver cómo fallecían mis compañeros Lucas P., de 38 años y Telmo C., de 78”. Los até a las canecas para evitar que se hundieran pero se deshidrataron”. Añapa aseguró que el accidente se produjo cuando retornaban a Esmeraldas. La nave se impactó contra un objeto que no pudieron reconocer en la oscuridad de la noche.
El golpe abrió un agujero en la proa y comenzaron a hundirse. Traían dos toneladas de pescado. Tenían previsto llegar al puerto el miércoles.
Añapa y los dos cuerpos de sus compañeros fueron encontrados a las 06:00 de ayer, cerca de Tumaco. Una embarcación colombiana los rescató y los trajo hasta La Bocana de Ostiones, en el cantón Rioverde.
Rodrigo Valverde, amigo de los pescadores, lamentó lo ocurrido. “Solo Dios sabe por qué hace las cosas. Ahora solo nos queda darles cristiana sepultura y orar por su descanso”.