EL COMERCIO
La aerolínea Tame encabezó la lista de atrasos en sus vuelos durante agosto y septiembre pasados , según estadísticas de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), publicadas en la Web.
La situación no ha cambiado en lo que va de este mes. Prueba de ello fue lo ocurrido el domingo pasado en Esmeraldas. El avión que debía llegar a las 16:30 al aeropuerto de esta ciudad, desde Quito, lo hizo a las 18:08.
Después de esa hora la DGAC no autorizó la salida del Airbus 320 de matrícula HC-CID, con una capacidad para 162 pasajeros, con destino a la capital.
Mayra Prado, una pasajera que tenía un boleto para este vuelo, señaló que la aerolínea dispuso un transporte terrestre para trasladar a las personas que tenían urgencia de llegar a Quito.
“Vinimos en un bus de turismo que se dañaba. Tampoco estaba preparado para un viaje largo”.
Prado señala que no es la primera vez que Tame incumple su horario. Ella se traslada, en promedio, una vez al mes para visitar a su familia a esta provincia.
El avión retornó a Quito ayer a 10:33, sin pasajeros.
Según Gustavo Cuesta, gerente de Tame, el retraso ocurrido el fin de semana pasado se dio porque la DGAC no autorizó la salida de la aeronave de Esmeraldas.
Aunque explicó que la autoridad aeronáutica está en lo correcto, el avión no pudo salir porque en ese aeropuerto las naves no pueden despegar después de la puesta del sol, ya que no hay suficiente visibilidad.
Con respecto a los retrasos de los meses anteriores, el ejecutivo señaló que la empresa tuvo cuatro de sus nueve aviones paralizados.
Tres de ellos se dañaron cuando pájaros ingresaron a las turbinas. Los vuelos provenían de Cartagena (Colombia), Baltra (Galápagos) y Caracas (Venezuela).
A esto se suma que en septiembre pasado, una cuarta nave se salió de la pista en el aeropuerto Mariscal Sucre, en Quito.
Según Cuesta, a medida que los aviones se han reparado han salido a volar. Es así que desde hoy siete aeronaves están operativas. A esta lista se suma un avión ATR 42-500, nuevo de fábrica, que llegó el pasado sábado. Esta nave tiene capacidad para 48 pasajeros.
Además los retrasos también dependen de factores ajenos a las aerolíneas, como el tráfico en el aeropuerto de Quito. Incluso señaló que en septiembre del 2010 su puntualidad alcanzó el 86,2% frente al 58,7% de este año.
No obstante, Cuesta dijo que los retrasos también se dan porque las rutas que cumple Tame son complejas, pues ninguna otra aerolínea vuela a esos sitios. Por ejemplo Lago Agrio (Sucumbíos), Esmeraldas, El Coca.
A esto se suma que la aerolínea Ícaro, que cuenta con una sola nave y que también cumplía con una ruta a esta última ciudad, quedó fuera de operación el pasado 2 de octubre pues, al momento de despegar, el motor absorbió algún objeto que dañó el motor.
Esteban Saltos, vicepresidente de la empresa, señaló que esperan operativizar sus vuelos el próximo domingo.
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