sábado, 22 de octubre de 2011

El temor invade a Rioverde

EL UNIVERSO

El temor se ha apoderado de funcionarios y empleados del Municipio de Rioverde, luego de que el jueves fue hallada muerta la secretaria del Concejo, Diana Castillo, de 28 años. Estaba en la parte inferior del puente sobre el río Esmeraldas, en la parroquia San Mateo.

Castillo fue secuestrada la noche del miércoles desde su vivienda, ubicada en el norte de la ciudad de Esmeraldas, por dos sujetos que se movilizaban en un taxi cooperado. Ella se encontraba con su empleada doméstica y, según el testimonio de la testigo, los sujetos la golpeaban y le exigían que revelara dónde guardaba el dinero.

Diana Castillo antes de ser secretaria del Municipio de Rioverde trabajó cuatro años como secretaria del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas. Desde su desaparición sus familiares se mostraron preocupados y denunciaron el hecho a la Policía. Todo hace presumir que a la mujer la estrangularon y la lanzaron al río Esmeraldas. Al momento de ser raptada ella vestía una licra y camiseta, pero cuando se halló el cadáver no tenía la licra puesta.

La muerte de Castillo destapó una serie de denuncias de los trabajadores, empleados y funcionarios municipales, quienes piden reservas de sus nombres por temor a ser asesinados, sobre amenazas de muerte a ellos a cambio de que entreguen dinero a extorsionadores.

“Muchos de nuestros compañeros ya han renunciado al trabajo, se robaron un rol de pago y los delincuentes saben cuánto ganamos cada uno de nosotros. Nos mandan mensajes diciendo que saben dónde vivimos, dónde estudian nuestros hijos, a qué hora andas solo y nos piden que entreguemos entre 1.000 y 2.000 dólares”, denunció uno.

Pese a las supuestas amenazas, no se ha relacionado el asesinato con los comentarios, aunque el propio alcalde, Luis López Estupiñán, dijo haber sido amenazado de muerte.

Volvieron

El asesinato de Diana Castillo está rodeado de muchos misterios, que se profundizan debido a que supuestamente los asesinos volvieron a la casa de la víctima y la desvalijaron, llevándose todos los artículos de valor.

Empleada

La empleada doméstica, cuyo nombre no se reveló, le dijo a uno de los hermanos de la fallecida que a ella los secuestradores y criminales le quitaron 85 dólares que en ese momento tenía para hacer compras para la casa, además de cosas personales.

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