miércoles, 21 de septiembre de 2011

Mompiche es un poblado sin servicios básicos

EL COMERCIO

Brayan Márquez, de 15 años, saca agua del pozo, junto a su casa, todas las mañanas antes de irse a la escuela. Vive en el centro poblado de Mompiche, cantón Muisne (Esmeraldas).
Su mamá Alejandra García la utiliza para beber, lavar la ropa y preparar los alimentos. En su casa, hay una letrina y debe desinfectarla periódicamente para que no provoque malos olores.
Por sus playas, Mompiche es uno de los balnearios más importantes del perfil costero de Esmeraldas. Cerca de allí está el hotel Royal Decameron.
Las calles del pequeño poblado de 1 000 habitantes están lastradas. El 60% vive de la actividad pesquera y el resto de la ganadería y cultivos de cacao. En los últimos años ha despertado el interés por desarrollar el turismo, pero existen limitaciones por la falta de agua potable, alcantarillado y un médico para el Dispensario del Ministerio de Salud.
Ángel Gámez, morador de Mompiche, dice que deben adoquinarse las calles. Solo el ingreso ha sido asfaltado.
Según el Ministerio de Coordinación Social, con el sistema de agua que está en rehabilitación, en la parroquia Bolívar se dotará del servicio a Mompiche. La obra está avanzada un 85%, dice el alcalde de Muisne, Ángel Bernal.
Los 10 propietarios de hoteles, situados en el lado costero de la parroquia, deben comprar el agua en Tonchigüe, para atender a sus clientes. Cada tanquero cuesta USD 40.
Ramón Castro, uno de los prestadores de servicio, dice que se necesita mayor apoyo del gobierno local, para desarrollar el turismo en Mompiche, visitado por turistas nacionales y extranjeros.
En la escuela donde estudia Márquez, el Programa de Intervención Territorial Integral construyó un bloque de cuatro aulas, pero no alcanza para los 260 alumnos de la Unidad Educativa Maximiliano Intriago.
La directora Stalina Aparicio indica que en cada aula funcionan dos grados. Por la falta de espacio, un grupo de niños recibe clases donde funciona el comedor.
Jonathan Intriago, secretario del Comité Promejoras de Mompiche, asegura que la falta de espacio para educar no es el único problema. Se necesita un médico para el dispensario, que atiende a la población.
Márquez sueña con ser arquitecto y es uno de los más entusiastas en aprender. Por eso todas las mañanas acude a clases, sorteando las piedras que encuentra en el camino lastrado.

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