Las ofertas de unidades habitacionales a través de planes de viviendas, conjuntos habitacionales y urbanizaciones se extienden hacia el sur de la ciudad de Esmeraldas.
El conjunto residencial Camino Real, por ejemplo, se ubica en la vía que conduce hacia Atacames; mientras que la urbanización Malibú se emplaza en la vía hacia Vuelta Larga, a 20 minutos de la ciudad. Ambas son urbanizaciones privadas.
El ingeniero Leonardo Tonato, constructor de Camino Real, dice que los diseños son uniformes para mantener un mismo estilo.
Cada unidad habitacional, que es unifamiliar, se construye sobre una superficie de 130 m², en casas de dos plantas.
En la primera está la sala, cocina, comedor y un baño medio.
La planta alta tiene cuatro habitaciones de 4 x 4 m². La alcoba máster está equipada con un clóset y un baño; las otras poseen un baño compartido.
La casa tiene garaje y un área para jardinería. Tiene los servicios básicos completos (agua, luz y alcantarillado).
Son casas sencillas, no lujosas. Los pisos son de cerámica, la cocina de porcelanato y mesones de granito. El tiempo de construcción es de 90 a 120 días. Se respeta el criterio del cliente a la hora de los acabados.
Los colores se utilizan de acuerdo con el gusto del propietario. Prevalecen los llamativos como el chocolate y verde limón; los interiores están matizados con tonos azul eléctrico y azul cielo.
Las casas tienen un costo de USD 85 000. Se las separa con el 30% del valor total (USD 25 000) y el resto se negocia con un crédito hipotecario. La constructora trabaja con el Banco Pichincha y el Biess, para financiar las viviendas en ese sitio.
Más adelante está la urbanización Malibú. En este emprendimiento residencial hay dos modelos de casa: Michelle y Dahize.
El arquitecto Oswaldo Duque dice que también se diseñan de acuerdo con el gusto del cliente.
Las viviendas son de 158 m² (en un lote de 200 m²) y de 170 m² (en un lote de 400 m²).
El modelo Dahize tiene tres dormitorios con sus respectivos clósets empotrados. Existen dos baños, una sala, comedor, cocina con muebles completos, baño de visitas, jardín principal, cisterna de 8 m³ con equipos de bombeo, área de lavandería, patio posterior con césped, escaleras forradas de caoba y estacionamiento para un vehículo.
El modelo Michelle, que tiene 158 m³ de construcción, está equipado con una sala, comedor, cocina amoblada, dormitorio máster con clóset, dos dormitorios junior con tres baños, cerramiento, cisterna con bomba y dos parqueaderos.
Tienen acabados con pisos de porcelanato importado, gradas con tablón de caoba lacado, mesón de granito o de mármol, clósets de melamínico tropical. “Damos la mejor comodidad a nuestros clientes para que estén a gusto”, indica el diseñador.
Generalmente, en las fachadas se utilizan colores vivos, también naranjas y duraznos.
Los interiores tienen matices claros como el beige y otros tonos pasteles. El techo es de tonalidad blanca. La cerámica juega con el tono de las paredes y los cuartos. La primera cuesta USD 73 100; la segunda, USD 83 100.
Las unidades se financian mediante crédito directo, bancario o por medio del Biess.
El procedimiento es separar una unidad con USD 1 500. Para iniciar la construcción se entrega el 30%, y una certificación del banco que dar el crédito.
Mariana Basurto, propietaria de una de las viviendas, señala que las casas, además de ser cómodas, dan un ambiente de tranquilidad por estar rodeadas de 180 hectáreas de bosque natural.
Un crecimiento real
Entre los sitios de crecimiento de Esmeraldas, La zona sur es la de mayor propuesta inmobiliaria, porque la ciudad empezó a crecer hacia allá. Ahí se concentran 10 proyectos: dos estatales y ocho privados
A lo largo de la vía hacia Atacames se emplazan urbanizaciones como Julio Estupiñán, La Victoria, La Tolita 1 y 2, Palma Real, Camino Real y Ciudadela Universitaria, Judiciales, de reciente construcción. Por los costos son para personas con ingresos medios y medios altos.
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