Director del Delfina Torres dice que renunció por desatención

EL UNIVERSO

Las cosas no marchan para nada bien en el hospital Delfina Torres de Concha. Al menos ese es el diagnóstico de David Quiñónez, quien hace nueve días renunció al cargo de director, porque -asegura- ninguno de los objetivos propuestos en la emergencia se cumplieron “y esta casa de salud sigue sin brindar buena atención, sin medicamentos ni insumos y el dinero de las urgencias, luego de siete meses de haberse decretado, no llegó”.

“Nunca se observaron los recursos de la emergencia. Solamente 280.000 dólares, no tenemos medicamentos, yo no puedo dar la espalda a mi pueblo”, afirma Quiñónez. “Este fin semana (pasado domingo) estuve hasta las 02:30 en el hospital viendo como los pacientes y los familiares salían a la carrera buscando medicinas. Creo que el Gobierno nacional debe tomar cartas en el asunto para que se cumpla lo que se planteó. Situaciones como esta nos mantienen en una incómoda posición”, sostiene el exfuncionario.

“Si el hospital principal tenía problemas, imagínese cómo estarán los hospitales cantonales”, agregó. Al haberse decretado la emergencia, la oferta para esta casa de salud fue de 12 millones de dólares, para la remodelación integral del área de emergencia, centro quirúrgico, neonatología, construcción de una nueva torre médica para albergar consulta externa y hospitalización. “Lamentablemente nada de eso nos han dado, yo no puedo seguir ahí”, dice.

Ivy Yépez, gerenta del hospital, no comenta las declaraciones del exdirector, pero admite varios inconvenientes, aunque asegura que se están buscando soluciones. “Es un problema bastante difícil, la capacidad del hospital está al tope, una de las soluciones es la construcción de un nuevo sanatorio”, dice.

De hecho, el Ministerio de Salud tiene un proyecto para la construcción de un nuevo hospital en el sur de la ciudad de Esmeraldas, pero se trata simplemente de un plan que no se concreta. Mientras, las quejas de los pacientes siguen.