A menos de un año de la sublevación del pasado 30 de septiembre en el Regimiento Quito Nº 1, un nuevo reclamo de policías se da en esta provincia. Esta vez por el cambio de cerca de medio centenar de uniformados a otros cuarteles ubicados en ciudades tan distantes como Cuenca y Azogues.
A los gendarmes se les notificó su pase a otras provincias y ellos aseguraron que no están satisfechos. Creen que la palabra del presidente de la República, Rafael Correa, de que deben permanecer junto a sus familias no se está cumpliendo.
Ellos regresaron a trabajar a Esmeraldas, luego de la sublevación policial, cuando el jefe de Estado aseguró que los policías deben estar junto a sus familias y en regimientos cercanos a su lugar de origen.
Hay casos de uniformados que con apenas tres meses de haber llegado a Esmeraldas ya fueron notificados por sus superiores del cambio a otras provincias del país.
“Pediré la baja, no voy a dejar a mi familia... dejo la institución decepcionado porque nos ofrecieron que nos quedaríamos en nuestras ciudades y no cumplieron su palabra”, dijo uno de los policías notificados del cambio en San Lorenzo.
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