Ayer, en medio de un sofocante calor, decenas de conductores y pasajeros se vieron atrapados en una larga fila de vehículos.
La única vía de ingreso y salida de la ciudad estaba saturada. Desde el semáforo del terminal terrestre hasta el monumento del bananero, estaba copada de buses de transporte público y escolares, volquetas, autos y camionetas.
Eso por un lado, porque el panorama era similar desde las calles Eloy Alfaro y Espejo hasta el redondel de salida de Esmeraldas Libre.
Eran las 12:00, hora pico y el congestionamiento se dio porque personal y maquinarias del Municipio de Esmeraldas realizaban trabajos para parchar los huecos en la calzada.
La premura por avanzar de los conductores, hizo que se improvisaron cuatro carriles en una carretera que solo es de dos.
Era evidente la desesperación en los rostros de quienes transitaban por la vía conocida como del basurero. La mayoría estaban retrasados para ir a recoger a las escuelas a los niños o ir a recibirlos en casa. Otros pasajeros iban a sus hogares a almorzar.
Esta situación ocurre desde el pasado mes de febrero cuando se cerró la vía de El Cabezón, debido a la construcción del intercambiador sur a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.
Como constructores, entonces prometieron que en mayo culminaría la obra y se abriría la vía; sin embargo, ayer el jefe del grupo, coronel Pablo Villarroel, dice que está solicitando al Gobierno que se amplíe el plazo hasta el 5 de agosto del presente año.
Ya no serían seis sino nueve los meses de retraso de la obra Puentes sobre el Río Esmeraldas y vías de acceso.
Tres meses más que los esmeraldeños y visitantes deben soportar las fatigas propias del congestionamiento vehicular.
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