http://www.eluniverso.com/2009/08/17/1/1355/3DFC1141694940E3A5FD7A16FA2A6B7A.html
Demetrio Caicedo, teniente político de la parroquia Telembí, asentada a la margen izquierda del río Cayapas, en el cantón Eloy Alfaro (norte de Esmeraldas), no oculta su temor por la presencia de gente extraña y armada que hace varios meses llegan al sitio a pedir ‘vacunas’ (extorsionan) a sus habitantes.
“Tenemos que hacer colectas entre todos para darles”, dice la autoridad de este caserío de unos 1.200 habitantes, que contando los asentamientos aislados llega a 5.200.
Leopoldo Chávez, otro habitante, cambia de tema cuando se le pregunta sobre la presencia de estos visitantes: “Pregúnteme otra cosa, mire la escuela Leopoldo N. Chávez, se cae a pedazos”, expresa nervioso.
La tranquilidad de este poblado se ha visto alterada desde el pasado jueves, cuando un helicóptero de la aviación naval aterrizó en la cancha del poblado, que a su vez sirve de parque central y centro de comercio.
“Desde ese día han llegado un montón de soldados que buscan a los bandidos que nos están jodiendo la vida”, dice Régulo T., un anciano del lugar.
El sonido de embarcaciones militares que surcan las oscuras aguas del río Cayapas se ha vuelto rutina. “Por aquí pasaron un montón de militares en lancha que estaban tapados con un plástico, dizque para que no les veamos”, dice una mujer.
En el sitio, sus habitantes se muestran amistosos pero reacios a hablar sobre los extraños armados que desde diciembre pasado llegan a pedir a los jóvenes que se unan a ellos.
El obispo de Esmeraldas, monseñor Eugenio Arellano, fue el primero en denunciar el hecho al mencionar que llegaban a las comunidades asentadas en las riberas de los ríos Santiago y Cayapas, especialmente a las integradas por indígenas de la etnia Chachi, a quienes han amenazado para que no denuncien el hecho.
El jefe del Comando de Operaciones Norte de Esmeraldas, capitán José Miño, dijo que las denuncias sobre la presencia de estas personas son ciertas. Por ello, fuerzas combinadas de la Infantería de Marina y del Ejército incursionaron en la zona.
Desde el helicóptero naval 327, asignado como aeronave de reconocimiento, no se divisan las tropas camufladas en medio del tupido bosque. Los comuneros aseguran que allí hay bases de descanso de grupos irregulares formados por colombianos y ecuatorianos.
El teniente William Hinostrosa, del Comando de Operaciones, llegó a Telembí el sábado con una delegación de médicos del Hospital Naval y de la Dirección Provincial de Salud, para brindar atención médica gratuita a los habitantes.
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