14:18 | La tala del manglar dejó sin protección a las costas del sur de Esmeraldas. Solamente en el cantón Muisne se cortaron 16 910 hectáreas, de esta barrera natural, en los últimos 20 años. Los usuarios replantan el mangle.
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La tala del manglar dejó sin protección a las costas del sur de Esmeraldas. Solamente en el cantón Muisne se cortaron 16 910 hectáreas, de esta barrera natural, en los últimos 20 años. Los usuarios replantan el mangle.
Cecilio Sosa, de 55 años, habitante de San Francisco del Cabo, al sur Esmeraldas, asegura que el mar nunca había producido tanto daño, como la semana anterior. Según los reportes de la Secretaría de Prevención de Riesgos, de Esmeraldas, los aguajes dejaron seis viviendas destruidas y 39 afectadas. Además hay 82 personas damnificadas de la parroquia San Francisco del Cabo y de la punta Las Manchas, del cantón Muisne.
Las familias, que tuvieron que abandonar sus viviendas, se encentraban hasta ayer en albergues temporales.
Sosa fue uno de los que perdió su vivienda. Triste cuenta que las maderas de la casita de construcción mixta, ubicada a 50 metros de la línea de playa, se fueron en el mar. Para el pescador, los colonos que cortan los árboles y hacen rellenos en los ríos y los esteros están causando malestar en la naturaleza.
En eso coincide María Agusta Robalino, activista de la Fundación de Defensa Ecológica de Muisne (FUNDECOL). Considera que “si los manglares no se hubieran talados, los aguajes que azotaron al sur de Esmeraldas, no hubieran provocado tanto daño”.
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