Las hojas volantes con supuestas amenazas de ajusticiamientos se riegan por Esmeraldas, Santo Domingo y Los Ríos. La Policía tiene pistas de los responsables.
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Las tanquetas del Batallón de Infantería Motorizada 13 del Ejército recorren las calles de La Concordia, Esmeraldas y Quinindé, para devolver la calma a los habitantes, atemorizados por la posible aparición de un grupo de ‘justicieros’.
A través de pasquines, que aparecieron hace dos semanas en La Concordia y que han sido reproducidos en fotocopias y regados incluso en localidades como Santo Domingo y Buena Fe (Los Ríos), ese grupo asegura que “llegó la hora de la limpieza social”.
“Hay una psicosis general. La gente ya no sale por la noche”, asegura Fernando Andino, coordinador de la extensión de La Concordia de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres y ex administrador del Municipio local.
Efectivamente, las calles de La Concordia lucen vacías a partir de las 22:00. El escrito reseña que quienes circulen a partir de esas horas serán eliminados, pese a que el grupo de “limpieza” en un inicio dice que su objetivo es asesinar a delincuentes, consumidores de drogas, trabajadoras sexuales, etc., sin importar la hora.
Solamente los estudiantes de planteles nocturnos, como el Colegio Nacional La Concordia, van a las aulas, pero con miedo. “Nosotros no suspendimos las clases porque no queremos dejar de formar a los jóvenes”, señala Víctor Alcívar, vicerrector del plantel.
“Esa fue la resolución a la que llegamos en una asamblea general porque el pueblo no debe dejarse intimidar”.
Por ese hecho, la Policía desplegó a Los Intocables, una fuerza de élite, para que realice tareas de Inteligencia y operativos de rastreo de los posibles responsables de la distribución de las hojas, que contienen amenazas de muerte.
“Ya los tenemos casi identificados”, sostiene el comandante de Policía de Esmeraldas, coronel Fausto Tamayo. En tanto, en la provincia de Esmeraldas se relacionan los últimos crímenes con las amenazas. En Quinindé, por ejemplo, la gente comentaba ayer que en las últimas 48 horas han sido ajusticiadas dos personas.
Se referían a Manuel Bravo Ramos, de 25 años, que fue ejecutado con un disparo de arma de fuego en la sien izquierda.
Una mujer encontró el cuerpo desangrado, en el recinto Zapotal Bajo, en la vía Esmeraldas-Quinindé. Sus familiares aseguraron que salió el lunes de su casa en Santo Domingo, tras recibir una llamada telefónica. Al despedirse solamente dijo que iba a realizar un negocio en Quinindé.
Igualmente, un hombre no identificado, de unos 35 años, apareció muerto en el barrio 16 de Junio de Quinindé. El cadáver tenía hematomas y huellas de haber sido apuñalado en el tórax. Al parecer, antes de ser victimado fue golpeado. Los asesinatos generalizaron el temor.
Tamayo descarta que esas muertes violentas tengan relación con las amenazas escritas.
Las hojas señalan: “Nuestra organización -sin nombre- ha tomado la irrevocable decisión de atacar la violencia con violencia”. Luego dice: “Espérenos muy pronto. Pedimos perdón a la sociedad si caen inocentes”. Finalmente, refiere, la “limpieza social” será solo por unos meses.
La Policía asegura que este tipo de organizaciones, que quieren tomarse la justicia por mano propia, aparece porque la gente desconfía de la justicia. Reseña que los delincuentes que son detenidos por la Policía salen con la venia de los jueces. Este es un polémico tema que en más de una ocasión ha enfrentado a la Fuerza Pública con la Función Judicial.
Incluso, el ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, durante una visita a Esmeraldas, recomendó a la ciudadanía que “organice veedurías, para vigilar el correcto trabajo de las autoridades”.
Al respecto, el presidente de la Corte de Justicia de Esmeraldas, Iván Guerrero, considera que los inconvenientes en la administración de Justicia no tienen tanto que ver con una falla de los funcionarios o con el sistema judicial, sino con el crecimiento de la criminalidad. “El conflicto colombiano nos ha afectado”, asegura.
La influencia de grupos armados colombianos como los paramilitares (extrema derecha) y sus disidentes, Águilas Negras y Rastrojos, todas mafias dedicadas al narcotráfico, han cambiado los hábitos de la gente en San Lorenzo, cantón fronterizo.
El capitán Fernando Sandoval, jefe del Comando de La Concordia, señala que el pasquín que ahora se riega por Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Los Ríos es el mismo documento que hace meses circuló en San Lorenzo. Aquí también la gente cuenta historias sobre la denominada “limpieza social”.
Según la Policía Judicial del Comando Sectorial de San Lorenzo y Eloy Alfaro, la mayoría de asesinatos ocurre por ajustes de cuentas, riñas callejeras y sicariato. Solamente en los cuatro primeros meses de este año ocurrieron 23 muertes violentas.
Desde hace dos meses, la Policía y las Fuerzas Armadas realizan patrullajes en San Lorenzo, para reducir la inseguridad.
Esta semana, por la aparición de los pasquines, Los Intocables y el GIR de la Policía también empezaron a ejecutar operativos sorpresa en la provincia.
El Comandante de Policía de Esmeraldas insiste: “Hay pistas claras de los supuestos autores intelectuales de los panfletos, pero no se darán a conocer mientras no se judicialice el caso”.
Los operativos se intensifican. Ayer hubo una redada policial en el barrio Aire Libre, en Esmeraldas. Foto:EL COMERCIO
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