Al llegar al centro de la ciudad de Esmeraldas es evidente que el comercio formal e informal es uno de los ejes dinamizadores de su economía. A primera vista una desordenada colocación de publicidades, así como el caos vehicular y la música a alto volumen hacen casi imposible concentrarse en lo que alguna persona busca.
A lo largo de las calles Bolívar, Sucre y Olmedo comparten espacios de comercio locales de venta de celulares, panaderías, restaurantes, boutiques, almacenes de agroinsumos, peluquerías; entre ellos están casas de compraventa como La Moneda, Uva de Oro, El Fénix, Olmedo, Don Billete, Esmeraldas, Bolívar y Las Palmas.
Todo parece normal en el comercio, dice Romina, una cliente, pero hay cosas que llaman la atención. Por ejemplo, en los locales de celulares las ofertas son de “escándalo”. Comenta que un equipo celular que en otras ciudades del país cuesta $ 500, en los locales del centro de Esmeraldas puede conseguirlo hasta en $ 250 y si “regatea un poco más o busca mejor en otros almacenes” el celular podría salir hasta en $ 200.
En un recorrido por el centro de la capital esmeraldeña se pudo comprobar que hay cuadras en las que se puede encontrar hasta siete locales de venta de celulares a precios módicos.
“Si todo fuese normal la colocación de tantos negocios del mismo tipo llevarían a la quiebra y peor si se vende las cosas tan baratas. ¿Dónde esta el negocio?”, se pregunta Romina.
El fiscal que investiga el delito de lavado de activos a partir de las compraventa en Esmeraldas, Lenin Pérez, explica que inicialmente se ha puesto atención al movimiento inusual de dineros en esos negocios, pero no descarta que las indagaciones alcancen actividades que generen grandes cantidades de dinero como ganancia y no paguen impuesto o no demuestren origen lícito del capital.
María es propietaria de una de las casas ubicadas en el centro de Esmeraldas. Ella prefiere no dar su apellido por temor, pero comenta que es normal en la zona el que colombianos renten locales pagando más de lo que se pide mensualmente y además entregan el pago en efectivo al equivalente a por lo menos dos años de renta.
“Hay extranjeros colombianos que llegan y preguntan por cuánto arrienda el local. Uno les contesta que vale $ 700. Ellos inmediatamente responden yo le pago $ 1.000 por mes y le entrego en este momento los $ 24 mil de dos años”, dice María.
En esa línea, Lourdes Cortez afirma que con esa modalidad se han roto negociaciones ya hechas con comerciantes ecuatorianos que estaban interesados en rentar para colocar un negocio. “Nadie puede competir con esa técnica. La gente lo que quiere es dinero y los dueños de casa optan por recoger todo reunido no importando de dónde venga ese dinero”.
Un agente policial afirma que uno de los problemas más graves con los que se enfrenta la autoridad es la falta de denuncia y el apoyo de las personas para brindar información sobre los delitos que se cometen.
Ventas: Precios bajos
200
Dólares puede costar un celular de última tecnología en Esmeraldas, el que en otras ciudades vale $ 500.
A lo largo de las calles Bolívar, Sucre y Olmedo comparten espacios de comercio locales de venta de celulares, panaderías, restaurantes, boutiques, almacenes de agroinsumos, peluquerías; entre ellos están casas de compraventa como La Moneda, Uva de Oro, El Fénix, Olmedo, Don Billete, Esmeraldas, Bolívar y Las Palmas.
Todo parece normal en el comercio, dice Romina, una cliente, pero hay cosas que llaman la atención. Por ejemplo, en los locales de celulares las ofertas son de “escándalo”. Comenta que un equipo celular que en otras ciudades del país cuesta $ 500, en los locales del centro de Esmeraldas puede conseguirlo hasta en $ 250 y si “regatea un poco más o busca mejor en otros almacenes” el celular podría salir hasta en $ 200.
En un recorrido por el centro de la capital esmeraldeña se pudo comprobar que hay cuadras en las que se puede encontrar hasta siete locales de venta de celulares a precios módicos.
“Si todo fuese normal la colocación de tantos negocios del mismo tipo llevarían a la quiebra y peor si se vende las cosas tan baratas. ¿Dónde esta el negocio?”, se pregunta Romina.
El fiscal que investiga el delito de lavado de activos a partir de las compraventa en Esmeraldas, Lenin Pérez, explica que inicialmente se ha puesto atención al movimiento inusual de dineros en esos negocios, pero no descarta que las indagaciones alcancen actividades que generen grandes cantidades de dinero como ganancia y no paguen impuesto o no demuestren origen lícito del capital.
María es propietaria de una de las casas ubicadas en el centro de Esmeraldas. Ella prefiere no dar su apellido por temor, pero comenta que es normal en la zona el que colombianos renten locales pagando más de lo que se pide mensualmente y además entregan el pago en efectivo al equivalente a por lo menos dos años de renta.
“Hay extranjeros colombianos que llegan y preguntan por cuánto arrienda el local. Uno les contesta que vale $ 700. Ellos inmediatamente responden yo le pago $ 1.000 por mes y le entrego en este momento los $ 24 mil de dos años”, dice María.
En esa línea, Lourdes Cortez afirma que con esa modalidad se han roto negociaciones ya hechas con comerciantes ecuatorianos que estaban interesados en rentar para colocar un negocio. “Nadie puede competir con esa técnica. La gente lo que quiere es dinero y los dueños de casa optan por recoger todo reunido no importando de dónde venga ese dinero”.
Un agente policial afirma que uno de los problemas más graves con los que se enfrenta la autoridad es la falta de denuncia y el apoyo de las personas para brindar información sobre los delitos que se cometen.
Ventas: Precios bajos
200
Dólares puede costar un celular de última tecnología en Esmeraldas, el que en otras ciudades vale $ 500.
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