De repente se sintió como un mareo. Los comensales del octavo piso del edificio Uziel, en el norte de Quito, regresaron a ver a las paredes, a las plantas y a la mesa. Todo se movía como en un barco en alta mar.
Cuando uno quiso preguntar qué sucedía, el resto ya se había dado cuenta de que el temblor había terminado. Fueron segundos de duda y miedo.
El reporte del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG) llegó enseguida. Dos sismos se habían registrado en el país. El primero tuvo su epicentro en la provincia de Esmeraldas, a las 10:10, y alcanzó una magnitud de 4 grados en la escala de Richter, según la información oficial.
Este pudo sentirse en Atacames, Río Verde y hasta en las poblaciones del noroccidente de Quito.
A las 13:26, sin embargo, otro temblor, esta vez de 5,4 grados en la escala de Richter, se registró en la provincia de Napo.
El informe del IG indicó que el sismo fue sentido muy fuerte en Tena, Riobamba, Ambato y Latacunga, al igual que en el resto de las ciudades centrales de la Sierra. En Guayaquil el temblor se sintió leve.
Según el director de radio Ideal de Tena, David Granja, el temblor provocó pánico en la población que salió a la carrera de los edificios y casas.
Un informe del IG emitido a las 15:39 indicó que se reportaron fisuras en algunas paredes de edificios altos y vidrios, entre estos el hospital de Tena.
Aún no se tenían reportes de otras poblaciones como Alto Tena, El Calvario, Alto Pano, Pumayacu y Pano, a 10 km del epicentro. Organismos de socorro se trasladaron a esos lugares para verificar los daños.
El sismo se atribuye a la falla geológica El Calvario, localizada en las estribaciones orientales de la Cordillera Real.
Alarma
En Puyo, la mayoría de la población salió a las calles presa del pánico y ante el temor de que se produzcan réplicas. En esta localidad no se registraron daños materiales.
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